Anochecer auténticamente veraniego en Madrid, lo que significa termómetros en
las cotas más altas, calles vacías y gargantas ávidas por el siguiente trago
refrescante. Entramos en el local y apenas nos hemos agarrado del vaso cuando
Hollis Brown hacen su aparición sobre el escenario. A pesar del gran parecido
del guitarrista Jon Bonilla con Tito, de “Tito y los tarántulas”, esto no es la Teta Enroscada ni
estamos a punto de ser devorados por una horda de vampiros Texmex a ritmo de
blues rock de la frontera. Esto es la
Siroco y es el primer paseo de Hollis Brown por tierras
patrias.
El concierto comienza con “Ride on the train”, primer corte de su disco
homónimo y desde ese primer momento comienza a fluir del escenario una
corriente de refrescante soul, rock, cargado de melodías pop que hará asomar
una inevitable sonrisa de satisfacción a nuestros rostros. Resulta agradable
confirmar que su filiación al tan en voga movimiento Americana Music es más de
nombre que de actitud (no obstante Hollis Brown remite directamente a una
canción de Bob Dylan). Me cuesta trabajo enmarcar a la banda dentro de este
movimiento. Evidentemente vienen de USA y su sonido es ciertamente deudor de
tiempos pretéritos, pero su música suena más a Soul y a Pop que a Country. La
influencia de los Beatles es evidente. Las melodías vocales y las composiciones
remiten a las mismas bandas que inspiraron en su momento a Lennon y Mc Cartney.
Evocan tiempos más misericordes para con los aficionados a la buena
música, en los que las ondas eran recorridas por sonidos más auténticos. En los
que el cuidado se ponía en la composición e interpretación de las canciones en
lugar de en el formato y presentación del producto. No había grandilocuencias
mercantilistas sino apasionadas genialidades.
Perdonamos su juventud y pasamos por alto la canción (“compuesta expresamente
para este concierto”) “Mi Amor”, que funciona correctamente como anécdota y que
despertó más sonrisas de condescendencia que admiración entre el público. Nos
brindaron también dos de las versiones de la Velvet Underground
(“Train Round the Bend” y “Cool it Down”) que acuñaran para su reciente disco
homenaje, “Hollis Brown gets loaded”. Un concierto lleno de buen gusto y savoir
faire, en los que la banda evitó los lugares comunes alternando en todo momento
las canciones propias con las versiones de quienes les inspiraran.
Cerca de hora y media de buena música en la que hubo tiempo para todo. Tiempo
para compartir recuerdos; como cuando Mike Montali, vocalista de la banda, nos
habló de su niñez en Queens; y para compartir pasiones; como el homenaje a una
de las grandes voces americanas con la estupenda versión del “Crying” de Roy
Orbison. Tiempo para presentarnos lo que serán las canciones de su nuevo disco,
aun en preproducción; o para cerrar filas en torno a la ya consabida versión
del “All along the Watchtower” de Bob Dylan que les sirvió de despedida.
Un excelente concierto y una carta de presentación insuperable. Esperamos con
ganas su nuevo disco y, ¿por que no?, una próxima visita a Madrid.
“Ain’t it fun?” Stiv Bators
Att.
Miguel Ángel Garzás
Morales
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