viernes, 21 de octubre de 2016

Crónica: CAPTAINS: Monkey Week 2016. Sevilla.


Sin rumbo fijo por las calles aledañas a la sevillana Alameda de Hércules, donde el pasado fin de semana se celebró la última edición de esa especie de Austin SXSW a la española que es el Monkey Week, pudimos encontrarnos con una de esas fantásticas sorpresas que aparecen ante ti como un billete de cincuenta euros en el suelo… Y es que como Forrest Gump decía: “La vida es una caja de bombones, nunca sabes cual te va a tocar”. Ese praliné tenía un nombre: CAPTAINS.

Uno de los descubrimientos más emocionantes del año, sin duda. Recientes ganadores del concurso de maquetas del Festival Autoplacer, y también últimamente, de uno de los premios más prestigiosos de la industria del video-clip británico, como son los Soundie Music Video Awards, Captains se plantaban en un minúsculo local llamado “La Sala” ante poco más de quince personas.

Su cantante, guitarrista y performer: Fee Reega, ya anda por el radar de cualquiera que sepa identificar dónde se encuentra una de esas chicas que bajo el adjetivo de “artista total” no suelen encontrarse con facilidad. Pero si a esto le añadimos la visceralidad que David Baldo aporta, todo adquiere una nueva dimensión que, en nuestro caso, acabó por transportarnos a un lugar infinitamente superior al que sus ya de por sí ásperas ―y pocas― grabaciones de estudio nos llevan.

Fee - Mostrando como se hacen las cosas.


Junto con Aaron y Óscar, allí estaba todo: Pixies, Hole…, e inconfundiblemente un espíritu “In Utero” que nos ma-to. En apenas tres cuartos de hora, despacharon temas como “Noisy” y “Heavy Metal Works” que nos transportaron entre pogo y pogo tanto al infierno de la mala ostia como a un cielo “tan dulce como melaza” que diría Manolo García.

A pesar de que la banda arrancó (y terminó) con las mismas ya comentadas quince personas como audiencia, tocaron como si ante quince mil se tratase, dando Fee una lección de cómo se hacen las cosas. Como muestran las fotos, no hizo falta que nadie fregara el local a la mañana siguiente, y es que esta permaneció desgañitándose más tiempo en el suelo que subida en el pequeño escenario de madera. Tremendo. Puro corazón… Esa sensación de haber entrado dentro del docu “Hype!-The Northwest Rock Explosion” (altamente recomendable) no nos abandonó en todo el set. ¿Qué más se puede pedir?

... Desde la patata.


El concierto terminó ―de nuevo― al son de “Heavy Metal Works”, a lo que la señorita Reega no pudo añadir más que:
Mira que sois pringaos. Otra vez la misma


Sin palabras. Una banda de la que deseamos algo físico YA. Algo grande se cocerá donde Captains coloquen sus fauces. Pacientes, esperaremos.