lunes, 12 de mayo de 2014

Crónica: Marc Ford. Sala Sol (Madrid) Sábado 10 Mayo 2014

Nada que decir sobre uno de los más icónicos guitar heroes –obviando todo matiz peyorativo- de los últimos veinte años. Marc Ford, autor junto con los capitales Black Crowes de una de las trilogías mas laureadas del rock actual “Southern musical companion”, “Amorica” y “Three snakes and one charm” se dejó ver una una ocasión mas por Madrid. Esta vez, sin sus “Steepwater band” pero a todas luces en paz consigo mismo, pues en su última visita sin duda la lejanía con la audiencia oculto tras gorra y gafas de sol fue patente. “De la última vez aquí no me acuerdo de mucho” –balbuceó tajante y a trompicones entre su no muy lúcida verborrea-.

 Marc fue arropado por su hijo Elijah y su banda para la ocasión, “Phantom limb”. Combo británico requerido para la gira que cumplió como buenos y oficiosos mercenarios sólidamente con su labor, acompañando tanto al jóven retoño para abrir el concierto como a Mr. Ford, padre y orgulloso mentor.



Elijah Ford-Futuro

Aromas muy similares a Jacob Dylan y sus “Wallflowers” fueron ambientando el local durante los primeros minutos intercalándose set acústico y eléctrico a partes iguales. En solitario y elevado por deliciosas steels guitars redondeó sus primeras composiciones, todas ellas pertenecientes a su Ep de 2012 “Elijah and the Bloom” además de mostrarnos el perfilado lo que será su primer disco grande que se prevé vea la luz en breve.

Mr.Ford en buena compañia

 Visto y no visto, apareció en escena papá Marc. En esta ocasión traía bajo el brazo nuevo trabajo discográfico “Holy Ghost”, fantástico ensayo de cómo seguir siendo él mismo, todo sobriedad, un grande de las seis cuerdas ya en el umbral de los cincuenta. Aparentemente no dando muchas pistas de a donde se dirigiría el set, comenzó acústica en mano acariciando anteriores números como “Broken hearted” pero pronto tiró de ganancia demostrando de por que es el músico que mas ha echado en falta el auténtico seguidor de los Crowes.

Atacando la nota justa

Aires altamente Hendrixianos del angelino, pero desde su personal y tranquila perspectiva. No hay notas extra ni aspavientos, solo un grueso slide de metacrilato que hizo exclamar a los allí presentes “Eso es Marc Ford”. Nuevos temas como “Dream #26” o “Blue skies” fueron deslizándose mientras el disfrute por su propuesta y entrega iba in crescendo. Simpático en muchos momentos –dentro de lo que esto significa viniendo del que no lo necesita- siguió atacando “Sometimes” genial pieza en la que –como en todas las demás- llegaron a salir a escena hasta siete multi-instrumentistas que entretejieron lo mejor de sí intercambiándose elementos de manera cuasi-militar sin ningún tipo de tendencia a la filigrana individual.

Para ir cerrando. Sorpresas. Marc susurró al micro, escapándosele entre dientes un par de fonemas más que familiares “Craig Ross” –sempiterna mano derecha del inefable y que ya da cosica Lenny Kravitz-. Nadie pensábamos que el flacucho doble del actor secundario Bob por allí se hallara, pero lejos de lo previsto...allí aparece. Fantástica Jam entre dos súper-clase para acabar con “Call me faithfull” y un par de temas mas que nos llevaron al cielo de los licks.

Marc y Craig. Una tablita más.

A pesar de su parquedad en palabras resultó un tipo afable después de todo, pues despidiéndose de todos nosotros no dudó un segundo en ponerse a vender sus discos, firmar lo que hiciera falta, conversar con cualquiera que le ofreciera un “felicidades, gran concierto” y por supuesto acompañarnos en un par de fotos.

 Gran sabor de boca para un sábado noche de rock que Mr. Ford nos vendió como un caramelo en la puerta de un colegio.



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