Nada que decir sobre uno de los más icónicos
guitar heroes –obviando todo matiz peyorativo- de los últimos veinte años. Marc
Ford, autor junto con los capitales Black Crowes de una de las trilogías mas
laureadas del rock actual “Southern musical companion”, “Amorica” y “Three
snakes and one charm” se dejó ver una una ocasión mas por Madrid. Esta vez,
sin sus “Steepwater band” pero a todas luces en paz consigo mismo, pues en su
última visita sin duda la lejanía con la audiencia oculto tras gorra y gafas de
sol fue patente. “De la última vez aquí no me acuerdo de mucho” –balbuceó
tajante y a trompicones entre su no muy lúcida verborrea-.
Marc fue arropado por su hijo Elijah y su
banda para la ocasión, “Phantom limb”. Combo británico requerido para la gira
que cumplió como buenos y oficiosos mercenarios sólidamente con su labor,
acompañando tanto al jóven retoño para abrir el concierto como a Mr. Ford,
padre y orgulloso mentor.
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Elijah Ford-Futuro |
Aromas muy similares a Jacob Dylan y sus
“Wallflowers” fueron ambientando el local durante los primeros minutos
intercalándose set acústico y eléctrico a partes iguales. En solitario y
elevado por deliciosas steels guitars redondeó sus primeras composiciones, todas
ellas pertenecientes a su Ep de 2012 “Elijah and the Bloom” además de
mostrarnos el perfilado lo que será su primer disco grande que se prevé vea la
luz en breve.
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Mr.Ford en buena compañia |
Visto y no visto, apareció en escena papá Marc.
En esta ocasión traía bajo el brazo nuevo trabajo discográfico “Holy Ghost”,
fantástico ensayo de cómo seguir siendo él mismo, todo sobriedad, un grande de
las seis cuerdas ya en el umbral de los cincuenta. Aparentemente no dando
muchas pistas de a donde se dirigiría el set, comenzó acústica en mano
acariciando anteriores números como “Broken hearted” pero pronto tiró de
ganancia demostrando de por que es el músico que mas ha echado en falta el auténtico
seguidor de los Crowes.
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Atacando la nota justa |
Aires altamente Hendrixianos del angelino,
pero desde su personal y tranquila perspectiva. No hay notas extra ni
aspavientos, solo un grueso slide de metacrilato que hizo exclamar a los allí
presentes “Eso es Marc Ford”. Nuevos temas como “Dream #26” o “Blue skies”
fueron deslizándose mientras el disfrute por su propuesta y entrega iba in crescendo.
Simpático en muchos momentos –dentro de lo que esto significa viniendo del que
no lo necesita- siguió atacando “Sometimes” genial pieza en la que –como en
todas las demás- llegaron a salir a escena hasta siete multi-instrumentistas
que entretejieron lo mejor de sí intercambiándose elementos de manera
cuasi-militar sin ningún tipo de tendencia a la filigrana individual.
Para ir cerrando. Sorpresas. Marc susurró al
micro, escapándosele entre dientes un par de fonemas más que familiares “Craig
Ross” –sempiterna mano derecha del inefable y que ya da cosica Lenny Kravitz-.
Nadie pensábamos que el flacucho doble del actor secundario Bob por allí se
hallara, pero lejos de lo previsto...allí aparece. Fantástica Jam entre dos
súper-clase para acabar con “Call me faithfull” y un par de temas mas que nos
llevaron al cielo de los licks.
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Marc y Craig. Una tablita más. |
A pesar de su parquedad en palabras resultó
un tipo afable después de todo, pues despidiéndose de todos nosotros no dudó un
segundo en ponerse a vender sus discos, firmar lo que hiciera falta, conversar
con cualquiera que le ofreciera un “felicidades, gran concierto” y por supuesto
acompañarnos en un par de fotos.
Gran sabor de boca para un sábado noche de
rock que Mr. Ford nos vendió como un caramelo en la puerta de un colegio.
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