Hace unas semanas Vinylola se pasó por Murcia para comprobar que a pesar de la escasez de lluvia, su huerta –literal y musicalmente hablando- sigue dando muy buenos frutos. Entre todas sus propuestas culturales no cabía duda de a donde dirigirse al calor de un Jueves Santo donde poco nos apetecía ver capiruchos y caramelos.
Con
permiso de Salzillo, nuestro objetivo solo se centraba en una cosa. Entrevistar
a Juan Antonio Fructuoso, Ross para los amantes del buen pop. La cita. Antes de
su actuación en la sala “Zalacaín” donde amablemente nos atendió invitándonos a
un par de birras. Que mejor que conversar sobre música cerveza mediante.
Lo
prometido es deuda. Que rule la grabadora.
- VINYLOLA: Hace año y medio de la
publicación de “Durante el fin del mundo”. ¿Por qué una grabación tan larga?
Qué tal con Clifford? ¿Contento con su repercusión?
JUAN
ANTONIO: Clifford Records es algo admirable. Laureano
capitanea en solitario esa nave-espacial donde la música –el Pop- recibe el
trato que merece. Estoy muy orgulloso de estar en su catálogo y es posible que
aparezcan más referencias de Ross para Clifford.
La repercusión es otra cosa… su trabajo
en esta línea es evidentemente pequeño, pero no por ello insatisfactorio, pero
esta es una cuestión que siempre ha estado ahí: la distribución de los discos,
la promoción de los mismos.
No hay presupuesto para mucho, es una
labor de artesanía y una relación romántica con la música Pop. Para mi es un
ejemplo a seguir, una ejemplar forma de hacer las cosas que muchos deberían
copiar. Y además solo edita vinilo, es algo alucinante… Laureano es un tipo
grande donde los haya.
-V.: Ha sido un paso adelante en cuanto
a letras y sinceridad. ¿Qué ha tenido el proceso de autobiográfico? Creo que ha
sido un “Striptease emocional” bastante potente.
J.A.:
De autobiográfico lo tiene todo absolutamente. Se trata más bien de
convertir tus historias en algo universal; tanto en música popular como en
emociones relacionadas con la misma se dan casos de similitud por todos los
rincones del mundo… digamos que mi desamor y mi entusiasmo son repeticiones del
desamor o el entusiasmo del mundo, del ser humano… así que mi juego consistió
en contar mis cosas con la mayor cercanía posible esperando que esos mensajes
captaran simpatizantes aquí o allá, gente que adoptara como propia una estrofa
donde parece que el autor está definiendo su propio estado de ánimo, ahí radica
la magia finalmente.
Y claro, tu definición es correcta, es
un verdadero Striptease, tanto, que en un principio me daba hasta un poco de
vergüenza imaginarme en un escenario, delante de un montón de gente, cantando
estas canciones, podría parecer que me estoy confesando abiertamente… pero he
aquí que las canciones dejan de ser de uno mismo cuando están grabadas y
girando por el mundo… a partir de ahí, incluso yo, veo en ellas una identidad única
e intransferible que no pertenece más que a aquel o aquella que se acerca a la
canción y la hace propia por empatía con lo que allí se cuenta y se canta.
Por otro lado, todas las canciones
tienen un rasgo idéntico, todas son homenaje, despedida, declaración o mensaje
hacia alguna persona, por lo general muy próxima a mi vida, algo que necesitaba
decir, algo que deseaba plasmar para la eternidad… Digamos que el 90% de las
canciones podrían llamarse por algún nombre propio, y es algo que no había
hecho todavía.
"La composición es algo innato, algo que estaba dentro de mí" J.A.Ross |
-V.: ¿Te consideras prolífico? ¿Mantienes
un método compositivo? Eres “disciplinado” en ello? ¿Te planteas seguir
escribiendo en español o se te hace mas duro?
J.A.:
Prolífico si soy, pero de muchas cosas, no solo componiendo. Me gusta
mucho producir, escribir, pero la composición es algo innato, algo que estaba
dentro de mí y que descubrí con muy poquitos años. Nunca sabré porqué era capaz
de componer melodías, de hilvanar acordes y hacer estructuras melódicas y rítmicas,
era, es, un misterio maravilloso, algo mágico de verdad, algo que me ha ayudado
a vivir… es una energía que brota en el momento más inesperado y que lo inunda
todo.
Por otro lado no soy demasiado
sistemático, metódico, y tampoco disciplinado en cuanto a componer canciones se
refiere; cada vez la canción surge de una forma o por algo diferente a la vez
anterior. Siempre trabajo las melodías, pero antes improviso acordes… de
repente encuentras una sucesión que te hace vibrar, la sigues y vas buscando
las pautas melódicas posibles hasta encontrar una hebra, tiras de ella, y ahí
está… en este momento si me vuelvo conscientemente disciplinado, porque hasta
aquí es solo la emoción de saborear una nueva melodía, pero desde ese momento
la canción requiere sus pautas de construcción, horas de trabajo, estructuras,
cambios de planteamiento, una canción es algo vivo que te pide cosas y que te
escupe otras… yo en eso soy muy disciplinado y muy constante… hay que terminar
las canciones, decidir un montón de cosas: como empieza, donde respira, como
volver o como alejarse del tema principal, que arreglos precisa… como termina… Después
vienen las palabras.
No es que en castellano cueste más, es
que el castellano es muy duro para cantar y yo, por suerte o por desgracia, soy
un corazón anglosajón, psicodélico y sobre todo POP. Para mi es un termino
internacional, universal, y da igual el idioma… ahora trabajo en nuevos temas y
estoy escuchando que me dicen ellos mismos; algunos requieren del castellano y otros
me lo escupen y me piden el inglés… es cuestión de sonido y de parecerse a las
cosas que realmente te atraen desde niño: los discos en inglés (más que los
discos en castellano) sin menospreciar la música hecha en mi idioma materno. Escucho
a Serrat alucinando pero sabiendo que no es eso lo que yo haría… no me pasa
igual con un disco de Big Star: eso si quisiera hacerlo yo mismo… y el
lenguaje, la forma de expresarse, es en inglés, como digo, un idioma perfecto
para la música y de una fonética impresionante para las notas musicales.
En castellano hay que hacer muchas
concesiones ya que el sonido y la métrica son endiabladas para el tipo de melodías
que yo hago… el ingles es más suave, más dulce, más flexible… en fin…
seguiremos haciendo lo que nos pida el cuerpo, que para eso es nuestro.
"España es diferente...hay mucha afición a la música pero muy poca educación musical"J.A.Ross |
-V.: ¿Qué estás escuchando en éste
momento? ¿Nos recomiendas algo? (Discos, libros, pelis…)
J.A.:
Sobre libros lo cierto es que en
estos dos o tres últimos años, he leído ensayo, sobre todo libros sobre música,
filosofía existencialista (Camus, Michelstadter, Stirner etc.) Los dos libros
de Alex Ross: El Ruido Eterno y Escucha Esto… fantásticos, la verdad… Y por
supuesto leí con gozo, aunque no creía en un principio que pudiera ser así, el
libro de Geoff Emerick “El Sonido de Los Beatles”.
De
cine he visto mucho de Haneke (y no me arrepiento)… no se, veo tantas películas
que me cuesta recordar así, a bote pronto, alguna que me marcara especialmente…Tenemos
Que Hablar De Kevin (muy dura, pero impactante film). Me gusta horrores el
cine, y sobre todo soy un grandísimo aficionado a la Ciencia Ficción,
sobre todo a la clásica, a la serie B… me entusiasman esas películas donde todo
puede pasar porque forman parte de nuestra imaginación… os recomendaría un
montón de ellas.
En
fin, sobre música nunca ando con los tiempos, digamos, sincronizado… Voy atrás
y adelante en la historia de la música; me interesa todo o casi todo; busco ese
estado de ánimo que me permita poner algo de Messiaen o de Schoenberg… y
escucho mucho Jazz, sobre todo Hard Bop… Pero un disco de los de mi paleta de
colores que me ha gustado mucho y que me regalaron en mi último cumpleaños, en
vinilo, es Innerspeaker de Tame Impala… me encanta este resurgir en manos de
gente muy joven de ese sonido psicodélico, rock, pop, muy 60’s… hay una
avalancha de gente así: Temples, Pond, Painted Palms… en fin… por suerte la
música es algo prácticamente infinito y en todas las épocas hay gente con
talento haciendo algo interesante… por qué no? Estuve en el SOS 4.9, el festival
que se hace aquí en Murcia, y me dejaron flipando los Stripes.
-V.: ¿En este momento tienes algún
proyecto a parte de Ross? ¿A que te dedicas a parte de la música? ¿En que
medida te permite seguir con tu vida dentro de la música/la creación?
J.A.:
Proyectos hay siempre alguno,
pero no todos se pueden llevar a cabo, o al menos no cuando tú quieres, sino
más bien cuando las circunstancias económicas lo permiten… En cualquier caso
estoy grabando material nuevo además de dedicarme a mi trabajo en Juventud, mis
clases por las tardes los lunes y martes, los ensayos, pinchar como Dr. Ross en
la Yesería
(el templo de la música en Murcia) y algún otro garito… conciertos (sobre todo
últimamente acústicos). Colaboro cuando puedo en radios e incluso he dado charlas
sobre música en la UMU
hace un par de meses.
Hago
muchas cosas mientras sigo componiendo canciones que no sé cuándo verán la luz
ni de qué forma… eso es algo que hago desde siempre, desde niño, algo que nunca
he sabido porque lo hago, pero que surge de alguna jodida región interior y que
me proporciona tal felicidad que es como una droga… y las dosis me las
proporciono yo mismo. Cuando escucho música quiero hacer eso, música… ahí está
el quid de la cuestión… y yo voy y lo hago. Es así de simple. Voy a participar
en un musical con la pianista de Ross, que es profesora en la escuela de Arte Dramático,
es un reto para mi… y en definitiva no paro de soñar… los sueños también son
proyectos.
"Cada manaña me pregunto que banda sonora funcionaría mejor en mi presente inmediato" J.A.Ross |
-V.: ¿Qué tal tu experiencia en la Universidad como
conferenciante? Hemos leído tus cápsulas de producción. ¿Te apetece escribir
algo a parte de canciones?
J.A.:
Bueno, lo de escribir es también
una gran afición desde pequeño, muy pequeño… Luego tuve un periodo en el que
creí haberme decantado por ser escritor antes que músico; pero me daba cuenta
de que era muy difícil que yo adquiriera el nivel de Cortázar o algo así… y
¿para que escribir si ya estaba escrito lo que yo quería escribir? Fue cuando
tomé la decisión de que debía seguir componiendo y debía arriesgar en ese
sentido… ya no aquello de conseguir la fama y esas cosas, sino más bien hacer
música sin más: formar bandas, actuar, grabar discos y ser aprobado por la
calidad de lo que fuera capaz de hacer… he quemado muchos periodos, pero
siempre he sentido un aprendizaje constante y una evolución… llegó el momento
en que encontré mi propia forma de decir las cosas musicalmente hablando; fue un
momento feliz realmente; y en este caso no me importó tanto que ya existieran
músicas similares; presentía que la mía era emocionante y ese es el aspecto de
la música que más me importa.
Lo
demás, las píldoras sobre producción, las de la radio o las charlas en la Universidad son
complementos, tal vez desahogos; me sirven para hablar de cosas que me gustan.
En la UMU hice
eso, me fui allí y le hable a la gente de The Beatles y les canté alguna
canción… eso es todo. Tal vez sin estas cosas me ahogaría dentro de mí mismo
porque me encanta hablar de música y no es algo que se pueda hacer con todo el
mundo… hay a quién le resulta un puro rollo, y lo entiendo, no creas; pero para
mí es algo vital.
En
toda mi vida he aprendido cosas, me cuesta admitir que sean cosas que tal vez
otros no conozcan, casi paradójico, porque la información, los discos, todo
está ahí, y más desde Internet… ¿Qué les vas a contar? Me satisface ver que hay
gente que lo agradece porque de alguna forma les das cosas que ellos no se han
parado a mirar. Es muy agradable poder compartir todo esto con la gente, poder
incluso ser didáctico… me encanta divulgar la música, eso es.
Ross. Murcia, Abril 2014 |
-V.: ¿Cómo encuentras el estado actual
de la música? El acceso a ella, la música en los medios…
J.A.:
Ya. Es que desde que la música
es una industria las cosas son más o menos parecidas. Según el formato a vender
en según qué década unos han ganado millones y otros se han arruinado. La
música es un negocio impresionante. Yo por el contrario la miro desde el otro
punto de vista, desde la esencia de la misma música: la emoción que transmite,
o mejor dicho, las emociones, en plural, porque nos puede hacer sentir de
muchas formas diferentes. Cada mañana me pregunto qué banda sonora funcionaría
mejor en mi presente inmediato, aquella que acompañara los estados de ánimo con
los que te cruzas a diario… en fin, eso es para mí la música… Yo soy de los raros
que van a los festivales con la intención de escuchar música, y me paro, y lo
intento, e incluso lo consigo muchas
veces.
El
acceso es, pienso, inmejorable; hoy podemos escuchar todo lo que se nos antoje,
está dentro de la pantalla de tu ordenador… Evidentemente soy compulsivo con
ella y he caído en manos del negocio, ya que a lo largo de mi vida he comprado
miles y miles de discos de vinilo y CD’s; nunca me resistí a ningún formato con
tal de obtener más músicas. Por ello, los medios, forman parte del negocio, y
según se vea, intentan promocionar una música u otra… España es diferente
amigo… hay mucha afición a la música pero muy poca educación musical ya desde
la escuela.
-V.: ¿Cómo ves la escena estatal y en
particular la murciana? Últimamente parece estar bastante más en el mapa.
J.A.:
Bueno… Murcia es un lugar
curioso, hay talento por las esquinas a pesar de ser una Comunidad
uniprovincial y con mucho retraso respecto al resto. No sabría decirte, pero es
algo mágico… no me extraña que se vea más en el mapa, es de justicia, vamos… Y
la estatal, pues, que quieres que te diga…!
Desde
que murió la independencia todo es lo mismo, los mismos grupos en todos los
festivales; ahora se suma uno, ahora se cae otro, y siguen los mismos de
siempre… poca renovación…no sé, no me pronunciaría más allá porque en el fondo
me la trae al pairo… pero “aburrido” tal vez si sea una definición del panorama
estatal. Estoy seguro de que hay más de lo que nos dejan ver.
-V.: ¿Cuándo nos vemos por Madrid o la
zona centro? No puedo creer que no halla un solo sitio en el que desde hace
tiempo no hemos sido capaces de verte. ¿La lista de contactos se ha visto
mermada por la crisis que ataña a la industria cultural?
J.A.: Esta pregunta es muy fácil de contestar. Soy culpable. Yo me dedico a la música, a componerla, ensayarla, producirla, grabarla, pagarla incluso… todos los aspectos sobre una canción los puedo controlar, pero soy un perro y un negado para los negocios, no puedo con ese aspecto del cotarro.
Además
de que quedan pocas ganas y escaso tiempo después de acarrear con todo lo
demás. Tal vez nunca he tenido el manager, el sello o lo que quiera que fuera
adecuado… he encontrado buenos músicos pero nunca he dado con nadie que se
peleara la página de Ross como he visto que lo hacen por ahí algunos managers…
Quizá nunca presto demasiada atención a ese aspecto, y aunque pudiera serme
reprochado, no me importa lo más mínimo, cuando algo no te sale natural se
convierte en un bodrio. Para mi, en realidad, cada disco ha sido una lucha
contra los elementos, no me digas porque, pero ha sido así.
Me
empeñaba en hacer un disco y lo hacía a pesar de que muchas veces las cosas no
se ponían fáciles precisamente. Y, no es coña, un poco de mala suerte también
he tenido, sí.
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