En nuestra
siguiente receta, reivindicamos otro pobre vapuleado por medios, críticos y
toda clase de narrow-minded people, (como llamaba el gran Elvis
Costello a sus fans cada vez que le acusaban de `faltar´ a sus coordenadas Post-Punk).
Un batería que quiso ser algo más que el rompeparches de la parte
posterior del escenario. Un bicho inquieto y exigente, que hizo de su sentido
del humor su bandera y de su capacidad técnica y creativa el medio para liderar
proyectos del más alto nivel a lo largo de sus casi 50 años de carrera.
Mr. Collins. Todavía cuidaba de sus puntas. |
1. Nuclear
Burn, 1976.
Nada más
acabar la grabación del primer disco de Génesis en su era Post-Peter
Gabriel, Phil no solo se ocupa de tomar el timón de los mismos –con
gran éxito-, sino también de formar una de las bandas de culto más
increíble y esquivas: Brand X. Aquí su tarjeta de presentación. `Jazz-progresivo´
de veinticuatro quilates, regado de cachondeo surrealista.
2. Invisible touch, 1986.
Uno de los
temas más representativos de su personal `toque´ continuando al frente
de Genesis. Puedes echar un ojo en cualquiera de las discotecas más
eclécticas –como la del malogrado Jeff Buckley- para averiguar que sus
creaciones no solo eran pasto de los amantes del `easy listening´.
3. Another Day in Paradise, 1989.
¿Dónde
parecen estar los más de 15 millones de copias que lleva el bueno de Phil
despachadas de `...But Seriously´?. Nadie cree saberlo. Un álbum de
lujo, acompañado de grandes figuras como Eric Clapton, Leland Sklar,
o el ahora súper-cotizado Dominic Miller fueron algunos de los músicos
que dejaron su impronta en este LP, lleno del característico sarcasmo político
de Collins, en el caso de `Another...´ referido a los millones de homeless que poblaban y pueblan gran parte de los States. Infaltable.
Fuera tontos prejuicios, y que disfrutéis de Felipillo.
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