domingo, 15 de marzo de 2015

¡Detente nena! U2: 1991-92 Era, por Miguel Á. Garzás.

Este año se cumplen 24 de la publicación del Disco que marcó un antes y un después en la carrera de U2 y me parece una ocasión excelente aprovechar su retorno a los escenarios para echar un vistazo atrás y recordar que hubo un tiempo en que esta banda era uno de los grandes referentes de la vanguardia musical. Haciendo un pequeño ejercicio de nostalgia volvamos por un momento al otoño de 1991.

 La actualidad internacional estaba marcada por la guerra en los Balcanes y por la nueva situación geopolítica internacional tras la ocupación estadounidense de Irak mientras que en este rincón del globo terráqueo andábamos preocupados/emocionados por los eventos de celebración del quinto centenario y la inminente cita olímpica en Barcelona. Casi cada día descubríamos que de las cenizas de la antigua Unión Soviética había surgido una nueva república independiente mientras en un pueblo de Texas, un desequilibrado mataba a tiros a varias personas para posteriormente suicidarse (deberían probar a alternar el orden de sus actos).

Trabant- Iconografía futura.

 En el panorama musical prevalecen aún los últimos coletazos de los grandes dinosaurios de los 80, aunque nuevos sonidos comienzan a colarse en las frecuencias de las radios españolas y el crossover, el noise o el grunge despiertan cada vez un mayor interés por parte de una juventud descontenta con un paisaje musical anquilosado. En cuanto a la banda irlandesa, sobrevive en un constante ir y venir de rumores. Han pasado ya tres años de la edición de su último disco, “Rattle and Hum”, que en definitiva no es más que un resumen de lo que supuso su conquista de América tras el exitoso “Joshua Tree”. Como alguien lo definió en cierta ocasión; si The Joshua Tree era un disco para América, “Rattle and Hum” era el disco desde América. Un ejercicio de pura autocomplacencia por el que les llovieron numerosas críticas.

Nueva y providencial aventura

 Y no sólo eso, además la polémica respecto al rumbo de sus nuevas composiciones es absoluta por la inclusión de loops y coros de estilo dance en su versión del “Night and Day” de Cole Porter para el disco homenaje “Red Hot and Blue”, y desde luego Bono no ayuda a calmar los ánimos lanzando constantes declaraciones en las que muestra su intención de dotar de una absoluta nueva dirección a la historia del grupo. El caldo de cultivo estaba pues listo. Tanto si el disco era un completo éxito como si se trataba del más absoluto fracaso, las ventas estaban aseguradas, por lo que la casa discográfica no lo duda ni un momento y convierte el lanzamiento del disco en un evento internacional. El 21 de Octubre se lanza el primer single del disco, “The Fly”, caracterizado por un poderoso riff de guitarra cercano al hard rock y por ese estribillo en falsete de Bono. La canción es una bofetada en la cara a quienes les acusan de haber suavizado su sonido y un toque de atención a los seguidores de toda la vida ya que la canción supone una ruptura con todo lo hecho con anterioridad. Y finalmente el 19 de noviembre “Achtung Baby” sale a la venta.

 El impacto visual de las imágenes de la portada ya deja claro que el interior es una mezcla de intereses y sonidos diversos. Las fotos de Marruecos, Berlín, Barcelona o de los carnavales de Las Palmas se reflejan en forma de sonido en las canciones del interior. El grupo ha respirado aires de cambio y esto queda reflejado no sólo en su música sino también en su filosofía. Si sus anteriores discos reflejan una búsqueda en las raíces del rock, “Achtung Baby” es un viaje excéntrico a la pluralidad cultural. Parece que U2 han decidido seguir los pasos de sus adorados The Clash y se dedican a fusionar todo aquello que ha llegado a sus oídos en los últimos años.

Hansa estudios- Se obró el milagro.

 La música dance, el hip hop, el hard rock, los sonidos étnicos...; pasan a formar parte del lenguaje de la banda definiéndola y dándole sustancia a partir de este momento y durante los próximos años. Ha sido una acrobacia intrépida y aunque sus fans se muestran reticentes en un primer momento, al final se acaba reconociendo lo evidente: “Achtung Baby” es una puta maravilla ¡!! A años vista es evidente que U2 se han convertido en una maquinaria corporativa muy alejada de lo que supusieron sus inicios como banda de rock, que “One” ha sido radiada hasta la saciedad y que Bono se ha convertido en la caricatura de sí mismo, pero hay que dar al Cesar lo que es del Cesar y reconocer que este grupo fue durante un tiempo punta de lanza de la experimentación musical y supo conjugar los estilos más diversos.

El último GRAN espectáculo, (as we know it.)

 Las canciones parecen auténticos trabajos de ingeniería. La labor de The Flood en la producción es increíble a la hora de aglutinar ideas y dotar a la banda del sonido que necesitaba en ese momento. No hay que olvidar que el productor sería responsable del sonido de discos de la talla de “Songs of faith and devotion” de Depeche Mode o “The downward Spiral” de Nine Inch Nails; experiencias musicales que a fecha de hoy siguen sonando tan frescas e innovadoras como en el momento de su lanzamiento y que veinte años después aún no han sido superadas. Y por supuesto tampoco es circunstancial la marcha de la banda a Berlín para la preparación y grabación de las canciones. La ciudad se había convertido en los anteriores años en el centro neurálgico del underground europeo y la reunificación alemana no había hecho sino destapar el tarro de las esencias. Basta dar un paseo por los paisajes sonoros que suponen canciones como “The real Thing”, “Until the end of the world” o “So cruel” para apreciar la calidad y complejidad de las composiciones. En general es un trabajo más introspectivo y oscuro que nos muestra a unos músicos mucho más viscerales, pero sobre todo alejados de aquella imagen mesiánica de sus dos anteriores discos.

Mark Ellis- El salvador.

  Las baterías desnudas de “Zoo Station”, las guitarras saturadas de “Acrobat”, los aires exóticos de “Mysterious Ways” o la recargada decadencia de “Love is Blindess” no sólo aportan matices al sonido del grupo sino en general a la esencia que la banda deseaba proyectar al público. Después llegarían los proyectos fallidos, las giras mastodónticas, los excesos, los discursos en la ONU y los limones con forma de bola de espejos (o viceversa), pero al menos por ese breve espacio de tiempo, por esos años, todo aparentó tener un sentido. Si tuviese que resumir la carrera de U2 de alguna forma lo haría con tres discos y tres productores. Invariablemente en cada una de sus encarnaciones la banda ha unido su destino a un estilo y un compañero de viaje. “Boy” con Steve Lillywhite, “The Joshua Tree” con Brian Eno y “Achtung Baby” con Flood. Y es que si algo han tenido claro estos chicos de Dublín es que quien no se renueva muere.

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