La cadenciosa música de Elliott
Smith en la PA fue la antesala perfecta para acomodarnos en un “excesivamente
practicable” Café Berlín. Adjetivamos excesivamente
practicable debido a nuestra sorpresa al no encontrárnoslo atestado de seguidores
del nuevo trabajo del exEnemigo. Bien es cierto que su gira ha sido
lo suficientemente extensa para que todo el que quisiera degustar sus preciosas
canciones a lo largo de la península haya podido hacerlo, pero también lo es que en la capital quizá no había disfrutado de las condiciones que el Berlín ofrecía. Solo por eso, echamos de menos un poco más de aprecio por el nuevo y fantástico trabajo de alguien que ha demostrado a lo largo de los años haber hecho más que la media por la cultura rock en España.
Con todo y con eso, desde que Fino
apareció acompañado de viola y chelo para interpretar el grueso de su álbum:
Unas “A la deriva”, “Sueños y tormentas”. “Huellas en el tiempo”, “Afortunado”
o “Por casualidad” se mostraban amplias; respirando y ofreciéndonos toneladas
de sinceridad, incluyendo cada una de ellas una nueva configuración, desde él a solas con su vieja Gibson, al octeto que vistió cada una de las piezas. Tampoco faltaron “Por donde empezar”, “Estos años”, “Atrapado” y “Cien
pasos” que al igual que el primer bloque del set nos emocionaron y engancharon
entre comentarios tan tranquilos como divertidos. Una especie de narrador de lo
que fueron sus inspiraciones e inquietudes a la hora de emprender esta nueva
aventura fue todo lo que necesitó para situar al menos acostumbrado a esos
aromas a Nick Drake o el antes mencionado Smith.
Al repertorio se sumaron covers, tanto de su anterior etapa al frente de Clovis, con “Los pies frios” como de uno de sus artistas fetiche: Lou Reed, atacando su eterna "Satellite of Love" en solitario. Más sorpresas nos asaltaron, nuevos temas dispuestos a incluirse en siguientes Eps como “Calles vacías” o “No mirar atrás", que se intercalaron con la presentación de cada uno de los miembros de su banda.
"Demasiado corto" fue el comentario general.
Tras un breve paso a camerinos, el grupo repitió tema respetando la formación
completa.
Un deseo oculto: Con ganas nos quedamos de gritar: ¡“De Pastel”!, desde
luego, una de nuetras favoritas de Fino al frente de los Enemigos. ¿Ampliación de repertorio? ¿Quizá
más adelante?
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