Entrañable reencuentro con Los Enemigos
quince noviembres después de su última aparición en La Riviera
madrileña. Ello conlleva toda una serie de sentimientos encontrados, además de
la escucha en la cola de entrada un sinfín de comentarios relativos al
inexorable paso del tiempo y sus consecuencias (no solo concernientes a
nuestros tristes cueros cabelludos). –¡La última vez que estuvimos aquí
estábamos partiendo el tripi, y ahora... una palmera de chocolate! ¿Le has
puesto ya ¨Happy feet¨ a tu chaval?- eran algunos de las espontáneas y
alegres confesiones de la animada muchachada a las puertas de la sala. Puro
Rock.
Josele Santiago, La Riviera. Noviembre 2015 |
Tras pasar las ligeramente incrementadas
medidas de seguridad, lo cual, a buen seguro, a todos nos tranquilizó (aun en
paranoia post-Bataclaniana), nos preguntábamos si ya hemos caído en el
tópico de “se nota que eres mayor cuando tú corres detrás de la policía, y
no delante”. En definitiva, todo listo para disfrutar de una de las bandas
que más nos dio y nos sigue dando, en su entorno natural, las (ya nos gustarían
más humeantes) salas de concierto.
Ni jaulas, ni pasarelas. Canciones. |
Arranque firme y seguro de un contentísimo
y chispeante Josele y los suyos, que nos metieron en vereda con temas
pertenecientes a su disco-reunión “Vida inteligente”, por cierto,
muy bien intercalados a lo largo de toda la actuación. A modo de pequeñas
cucharadas de un nuevo plato a probar entre el grueso de delicatessens de toda
la vida. “Esta mañana he vuelto al barrio”, “Dentro” o “Alegría” de su “Gas”
se fueron mezclando con las novísimas “Hombre que calla” (preciosa) o “Ciudad
satélite” (con Fino a los mandos). Por supuesto, sin privarnos de himnos.
Temas como “Septiembre”, “La otra orilla” y “Miedo”
sonaron a las mil maravillas consiguiendo despertar en nosotros a ese cinturón
negro de karaoke que todos llevamos dentro.
"Ciudad Satélite". Cosa fina. |
Breves referencias, por parte de Josele
a lo acontecido en París, dedicando un tema a los que tienen atentados en casa
todos los días. Mientras que Fino, más conciliador, agradecía a toda la
parroquia madrileña la insistencia por su vuelta (incluyendo éste, los anuales “Desencuentros
Enemigos” celebrados en diversas localidades desde la separación del
grupo).
Más madera, retomando algunas de las
esenciales pertenecientes a “Nada” como ”Me sobra carnaval”
y “Todo a 100”, o la pareja más Chris
Speeding de su repertorio “John Wayne/Complejo” con las cuales,
llegamos a un bis por el que el cuarteto, encantado de la vida, no se
hizo mucho de rogar.
Los Enemigos, La Riviera, 2015. 30 años de carretera les contemplan. |
Una espléndida manita como “Desde el
jergón”, “La cuenta atrás”, “El gran calambre final” y
“An-tonio”, antes del remate final con “Quillo (he vuelto a nacer)”
se encargó de dejarnos (tras dos horas y pico), no resarcidos, pero sí con la
sensación de haber disfrutado, vivido de nuevo, uno de los mejores repertorios
de la música en castellano de todos los tiempos. Tan bueno, que cada una de las
más de mil almas allí congregadas salimos pensando y repensando en una mixtape
de (al menos) una decena de temas que nos hubiera encantado saborear antes de
abandonar el recinto flotando al compás de “Perfect day”. En este caso, justicia
poética.
Texto:
Vinylola
Fotos:
A.T.S. (AsunTereStudio)
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