Muchas primaveras
han tenido que pasar para que Pearl Jam volvieran por Madrid. Doce años desde
aquel lleno en el Palacio de los deportes y once del show ofrecido en el
siempre (como hasta ahora, Mad Cool) polémico FestiMad mostoleño.
Pearl Jam. Set list Madrid. Un par de tachones y un último suspiro que no entró. |
A pesar de las
contrariedades por todos conocidas el espíritu de los de Seattle prevaleció en
el alma de los ansiosos seguidores, dándole la vuelta al desastre con una
actuación empapada en amor, fuerza y sentido del humor.
Vedder, todo
un maestro en esto de ganarse a océanos en cualquiera de sus recitales,
demostró que por algo su banda es la que más caché levantó a los organizadores
del evento. Se cuenta que un millón de dólares, que bien pagado está viendo su
innegable poder de convocatoria. Una mayoría de festivaleros rondando la
treintena hacia arriba fue el modelo de audiencia que ensalzó la nostalgia
noventera que todos llevamos dentro. Por algo rezaba el habitualmente
bocachancla de Noel Gallagher que "los de mi quinta (ya bien metidos en la
cincuentena) somos los que seguimos a día de hoy llenado grandes recintos, a
diferencia de jovencitos que hacen música para su habitación". No está falto de razón.
Stone. Taylor en mano y en maduro segundo plano. |
En cuanto al
repertorio, acabamos de descubrir un nuevo término: "crowd-pleaser",
que efectivamente, a pesar de la sobredosis de anglicismos en pos de un lento
declive de nuestro castellano, se acopla perfectamente al set de la banda. Un
listado de temas agradable o encantador de masas que funciona como un reloj.
Fácil y nada forzado escuchando en retrospectiva su impecable repertorio, si
exceptuamos el horripilante "Backspacer".
Una apertura
suavesita pero con inconfunible crescendo como fue "Release" fue la
elegida para abrir el concierto. Una vez equilibrada la (algo más cascada que a
sus veinticinco) voz de Vedder respecto al sonido de la banda, todo marchó como
la seda. Ante los problemas sufridos por las cuerdas vocales del frontman a lo
largo de la primera manga de su gira europea había cierto temor que su
inconfundible chorro de voz quebrara; algo que afortunadamente no ocurrió.
Mención especial a él, que dio todo desde un principio, forzando la maquinaria
y sudando la gota gorda desde el corazón, cosa nada desdeñable y cotejada por
cualquiera que sepa apreciar lo que a un Steinway & Sons en términos
pianísticos significa el icónico tono de Eddie.
"Elderly
Woman...", la bestial "Luckin", "Corduroy",
"Go", "Animal" , "Jeremy" o "Even
Flow", fueron cayendo como agua de
mayo para los allí boquiabiertos presentes. ¿Hablábamos de catálogo?
Jeff controlando el despegue de aerolineas Vedder. |
Más adelante una
pequeña sorpresa: Mensaje de Luis Tosar y (el omnipresente) en todos los
conciertos masivos anglos (presente o a través de pantalla) en España, Javier
Bardem. Bonito alegato contra el acoso, pero supongo que todos agradecimos que
este último no saliera a escena. Distinta fue la simpatía hacía Tosar, sobre
todo recordando su nivel de fanatismo hacia el quinteto. ¿Recordáis esa banda
gallega de versiones en la que el actor asumía el papel de Vedder? Qué valor.
Los sueños se cumplen, y ahora el amigo puede considerarse colega del grupo. Un
figura.
Gossard/Vedder: Como en casa. |
A valorar el
esfuerzo del cantante por ofrecer distintos monólogos en castellano apuntados
en el dorso de su set, en los cuales el de Chicago comentó en un macarrónico
español desde su primera visita a la capital (la, por todos conocida actuación
en la difunta Sala Revolver) hasta su rendición hacia los españolitos que por
ahí andábamos: "me han dicho que los españoles sois un poco locos... y a
nosotros nos encanta la locura". Más majo que las pesetas.
Solo ante el océano. |
Break y Eddie
volvió solo a escena acústica en mano para interpretar "Just
Breathe". Momentazo amor y unión que solo él y su privilegiado diafragma
es capaz de conseguir. Tras esta, nueva traca: "Sirens",
"Black", "State of Love and Trust" o las infaltables
"Alive" y su tradicional cover de "Rockin in Free World".
Suponemos que por la rigidez horaria en este tipo de festivales tuvieron que
guardarse "Yellow Ledbetter" que pudimos ver en su listado original,
pues ya no hubo tiempo de más. Veinticuatro canciones repartidas en dos horas
que siguen (muchos años después de sus mejores épocas en estudio) demostrando
que actualmente envejecen en directo como las deliciosas botellas de vino que
el señor Vedder se pimpla con devoción en cada bolo. Unos clásicos modernos que
diría Paul Weller.
Jarabe de cepa y rock. Eddie, un portento con denominación de origen. |
Qué el Gran Espíritu les conserve muchísimos años.
Texto: Vinylola
Imágenes: Vinylola/Instagram
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