miércoles, 7 de marzo de 2012

Megafaun en Madrid

Una Moby Dick llena pero cómoda recibió la visita a la capital de Megafaun, de tournée por nuestro país. Una ocasión excepcional para disfrutar de una banda en estado de gracia a precio de risa. Cierta confusión ante la ausencia o no de teloneros (según la entrada no, según la cartelera si) comenzamos a fantasear con la idea de que su laureado ex-compañero Justin Vernon apareciera por allí como sorpresa especial. Ilusión finiquitada, Phil Cook (guitarra, banjo, teclados y armónica) junto a su hermano Brad (guitarra) y Joe Westerland (batería) salieron directamente a escena sin invitados, solo acompañados del bajista Nick Sanborn recordando su última visita a la sala hace una década y mostrando la química y el trabajo que llevan madurando, sin atajos, ni trucos desde sus clases de música en el ya lejano instituto. Sin fisuras en el ámbito vocal, impregnaron la sala de aromas añejos. Durante la hora y media de concierto en el ambiente, como no, flotaron esas armonías vocales made in “CSN&Y”, así como también un manejo exquisito en el uso instrumental, moviendo en bloque constantemente tanto dinámicas preciosistas como “Big notes“ fundamentales en el catálogos de grandes artístas como el ineludible, sentimos la redundancia N.Young o en muchos instantes unos crepusculares “Creedence” versión 2.0.
Por eso y mil razones mas Megafaun es mas que revival, forma parte de una escena que ama y no se avergüenza de su devoción por los grandes dinosaurios norteamericanos, es mas, los devora, eso sí previamente impregnados por cientos de especias, influencias de todos los ámbitos y colores, a veces difíciles de digerir por la masa pero siempre sabrosas.
Mención especial al bis, protagonizado por Joe en plan “crooner” o la despedida “Worried mind” ante la cual los cuatro a pelo, acústica y banjo en mano pidieron a la sala que les acompañara, todo sin ningún tipo de amplificación (también rogaron que durante ese lapso de tiempo se obviaran las cámaras). La respuesta fue estupenda. Brad no paraba de agradecer al público su colaboración y esputar “It´s Beautiful!”. Entramos en Moby Dick y salímos de un Woostock para el nuevo siglo. Was beautiful!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario