jueves, 21 de diciembre de 2017

SOBRINUS. Sala Sol, Madrid. Miércoles 20 de diciembre, 2017.




Fantástica noche la de ayer disfrutando de una de las mejores bandas que la escena alternativa española parió de finales de los noventa (entendiendo el término “alternativo” como algo alejado de la tan cacareada escena “indie” ibérica-festivalera, que aún hoy sigue siendo ese cajón desastre donde cabe desde lo infame hasta propuestas que bien podrían disfrutarse como lo mejor de aquella explosión acaecida más de veinte años atrás).
Hablamos de Sobrinus, que en una abarrotada sala El Sol (con entradas agotadas y sin posibilidad de adquirirlas en taquilla) rindió pleitesía a sus fieles seguidores en casi dos horas de actuación.

Sobrinus: Sala Sol, Madrid. 20 diciembre, 2017



Tras fotitos en modo Power-Point al soniquete de “El ataque de los hombres Bruster” de Los Enemigos, nuestros sobrinos favoritos abrían con “La música es un Dios” un set que cabalgaba entre los himnos de su primera etapa con Roberto Lozano (Loza) a la batería como “San Francisco” o “Pitufa” (sección de metales incluida) y los fantásticos temas de su último trabajo ya con David Parrilla a las baquetas, como fueron “Quiérete” o “Hit”.
Una segunda parte se abría acompañados esta vez por el armonicista David Bombo que nos encantó tomando el mando de “Blues #03” para instantes después retomar pelotazos de su primer disco homónimo como una “Suerte” que sonó rabiosa y descarnada. Conforme transcurrían las anécdotas, recuerdos, chistes y chascarrillos introducidos por el simpático e ingenioso Javier Fernández al bajo, fueron cayendo “Puro Macho” haciendo referencia a su Móstoles natal o la que terminó de arrancar a los más reacios a bailar y gritar como fue “La noche me domina”.

La noche dominaba.

Después de un breve parón, Sobrinus llamaron al escenario al que quizá mejor (por méritos propios) le ha ido de sus tres componentes (si obviamos el fantástico, pero fallido proyecto multinacional “Adrede” de Juanjo aka Sydney Gamez), como fue el anteriormente mencionado “Loza” que encantado de allí encontrar a sus viejos compañeros tras bookear en su apretada agenda la cita, dio lo mejor que tiene, y eso es mucho. “Regresión” o “Jesmar” (¿en modo karaoke?) salían disparadas de la batería como antaño, como en sus mejores tiempos mientras el trío original recordaba cómo surgió todo en la trastienda de la tintorería que el padre de Roberto regentaba. Mágico y muy emotivo.

Con "Loza": Regresión

 Para cerrar, y tras la actuación de Jordi Tello (Yoghourt Daze) aka Rick Brendan, según ellos, instigador de su reunión aniversario, acompañando al cuarteto (pues en la mayor parte del concierto el puesto de segunda guitarra fue ocupado diligentemente por Juan Pedro Holguera (Ex Adrede) en “Ex latin lover”) la banda finiquitó una noche memorable con triada clásica: “Mona Lisa”, “Cómodo” y “Discoteca Beat”.

Para recordar.