martes, 16 de diciembre de 2014

Crónica: PAJARO SUNRISE. La Boite (Madrid) Viernes 12 Diciembre 2014.


El pasado fin de semana pudimos disfrutar de la vuelta a las tablas madrileñas de uno de esos autores que elevan la música de nuestro país un peldaño más, Yuri Méndez y sus Pajaro Sunrise. Retorno muy esperado, sobre todo por disfrutar de sus canciones al calor de su banda, pues últimamente, y a pesar de las texturas y colores plasmados en su más reciente trabajo "Kulturkatzenjammer" (Love Monk ,13) se ha venido decantando por un formato mucho más reducido, primando lo íntimo y acústico.

Costó que una Boite a reventar callara y empezara a empaparse del tipo de propuesta a la que el Sr. Méndez y los suyos invitaban. Ya desde los primeros segundos de “Eleven days” quedó claro que la expectación superaba a la delicadeza de sus canciones. A pesar de ello, la emoción y el buen humor fueron los aspectos que marcaron la tónica del set, haciendo  que tanto Yuri como sus Pájaro capearan los pocos acoples y conversaciones subidas de volumen que sin duda no merecía su repertorio. 

P.Sunrise- La Boite.

 Con “Georgeous Georgina”, “Long forgotten flowers” u “Old goodbyes”, todo olvidado, los allí presentes quedamos más que regocijados entre cambios de instrumentación, ubicaciones varias en el escenario y cantidad de momentos memorables. Mención especial a los músicos, con un Javier J. Rolo multi-instrumentista que lo mismo para un roto que un descosido, como por supuesto el resto de la troupe, marcando un ritmo que dio, a pesar de las múltiples configuraciones, continuidad durante la casi hora y media de bolo.

Anecdótica la “Streets of Philadelphia”del Jefe que Yuri con ayuda de Ester a los coros se marcaron con gran sentido del humor y como no, acierto y que nos dejó con la sonrisilla tonta para seguir disfrutando de más y más. ¿Que podría decirse de unas  “Sunday morning birds”, “Minolta” o “Summerface” que deslizándose despidieron la primera parte de la actuación? Poco más que chapó.

Yuri & Ester. Diciembre 2014

 Tras el brevísimo receso, sorpresas por Daniel Johnston o más originales, en el caso de una “God doesn´t care anymore” que encantó a un personal ya rendido y que entre grandes muestras de cariño continuó pidiendo cera. Deseo concedido a cargo de “Evangeline” y “Kinda fantastic” que despidieron a lo grande una noche más que feliz, tanto para la banda como para los fieles. Que continúe.

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