domingo, 13 de julio de 2014

Crónica: HUERCASA COUNTRY FESTIVAL. THE JAYHAWKS .Riaza (Segovia) Sábado 12 Julio ´14

Celebración de la música americana encabezada por The Jayhawks el pasado sábado en Riaza (Segovia). Precioso punto de la sierra de Ayllón donde multitud de bandas cercanas a las coordenadas yankis más enraizadas (Country, Country-rock & Bluegrass) confluyeron para ofrecernos un día de campeonato entre barbacoas, maíz dulce, remolacha y galones de cerveza.

Mucho más que un festival al uso, este primer Huercasa –empresa hortofrutícola patrocinadora y principal organizador- implicaba a toda la población, desde el Ayuntamiento a los establecimientos locales que se volcaban en un evento que el pasado sábado reunía a casi cuatro mil personas al calor de sombreros de paja y botas camperas. Evento apadrinado por el mítico Manolo Fernández (Toma uno-RNE3) que como maestro de ceremonias y dj hizo especial hincapié en que ésta exitosa edición de estreno se viera prolongada en el futuro, y eso esperamos.

Manolo Fenández- Mítico Alma mater del festival a los platos y saludando a Vinylola.

La jornada del sábado comenzó con un mediodía amenizado por las fenomenales “Folson prison band” y “Western pacific” que hicieron las delicias de niños y no tan niños entre pasos de baile que –seamos honestos- a los corresponsales de Vinylola nos quedaron muy, pero que muy lejos.
Expresiones corporales aparte. Calidad absoluta y filas cerradas alrededor de la Americana music que tuvieron prolongación en el cartel oficial a partir de la caída de sol ya dentro del cuidado campo de fútbol local.

Sesión vermú con "Folsom Prison Band"

Entrañables glorias desde Bilbo como “La west bluegrass band” nos abrieron el apetito entre standards de raíz, temas propios y adaptaciones varias haciendo gozar de lo lindo al personal e instalándonos en un ambiente campesino que francamente bien podría asemejarse a ese Farm Aid soñado que a muchos nos hubiera gustado vivir en alguna ocasión.

"The west bluegrass band"- Old School.

Más adelante “The Wild Horses” continuó con la fiesta. Un sólido sexteto madrileño que como buena cover-band subió el volumen entre guiños a John Cougar o Jackson Browne, además de mostrar temas de su propia cosecha y que nos acercó de manera más evidente al rock, aunque no logrando evitar las ansias de que Gary Louris & Co. saltaran a escena. Plato fuerte de la noche –y confesémoslo-, la principal razón, y gancho de nuestra asistencia al festival.

The Jayhawks. Gary, Karen, Tim y Marc aparecieron por fin al filo de la media noche acompañados de dos jóvenes músicos de apoyo para presentar las reediciones de sus tres clásicos “Sound of lies”, “Smile” y “Rainy day music”. Trío de ases de los que desgranaron sus mejores números.

Ante la imposibilidad de realizar la prueba de sonido a tiempo, -desconocemos el motivo- la sound-check se efectuó prácticamente sobre la marcha, con los músicos originales sobre el escenario. Campechanía y humildad que daría como resultado el no excesivo retraso con respecto a lo previsto. Eso sí, subgraves y bombo resonaron en nuestros pechos durante al menos el primer cuarto de la actuación. Cosas del directo y gajes del oficio.

Jayhawks- Póster oficial de la gira española.

Poco a poco solventados los problemas y transcurridos temas como “I´m gonna make you love me” o “The man who loved life” la cosa se empezó a calentar y estabilizar de verdad. Nos llamaron la atención las constantes bromas entre dientes de Gary con sus nuevos bandmates para esta gira, acerca de sus respectivos solos y ropajes perdidos por el camino, pues Mr. Louris más bien podría asemejarse a un aspirante al próximo ultra-trail de la Sierra de Guadarrama que a un auténtico cabeza de cartel. Comentarios que nos divirtieron a la par que sorprendieron, ya que la pasarela de camisas tejanas –cada cual más espectacular- a lo largo de todo el día fue de aúpa. Tendencias a un lado, fueron cayendo como gloria del cielo “Stumbling trough the dark”, “Trouble” –soberbia-, “Angelyne” o la inconmensurable “Better days”.

Gary agustísimo.

Pleitesía a los tres discos aludidos pero que –felizmente- no evitó que el sexteto nos regalara sus esenciales “I´d runnaway” o “Blue”, ambas coreadas hasta la saciedad. Más joyitas como “Save it for a rainy day”, “All the right reasons”, “Big star” y “From Tampa to Tulsa” nos condujeron entre sonrisas y lágrimas a un solo encore con el que la banda se despidió hora y media más tarde triunfando en la primera de sus cuatro citas españolas.

Broche de oro a un pequeño gran festival que se estrena con paso firme y muy buen pié. Una filosofía clásica, pero a la vez cercana, innovadora y colaborativa. Milagrito de pequeña comarca, que despierta simpatía debido al detalle con el que todo allí desplazado se vio colmado a un precio realmente bajo para un cartel y una programación más que especial. 

Fotos: Victoria Gutiérrez.
Texto: Miguel Á. Ortiz.




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