martes, 16 de diciembre de 2014

Crónica: PAJARO SUNRISE. La Boite (Madrid) Viernes 12 Diciembre 2014.


El pasado fin de semana pudimos disfrutar de la vuelta a las tablas madrileñas de uno de esos autores que elevan la música de nuestro país un peldaño más, Yuri Méndez y sus Pajaro Sunrise. Retorno muy esperado, sobre todo por disfrutar de sus canciones al calor de su banda, pues últimamente, y a pesar de las texturas y colores plasmados en su más reciente trabajo "Kulturkatzenjammer" (Love Monk ,13) se ha venido decantando por un formato mucho más reducido, primando lo íntimo y acústico.

Costó que una Boite a reventar callara y empezara a empaparse del tipo de propuesta a la que el Sr. Méndez y los suyos invitaban. Ya desde los primeros segundos de “Eleven days” quedó claro que la expectación superaba a la delicadeza de sus canciones. A pesar de ello, la emoción y el buen humor fueron los aspectos que marcaron la tónica del set, haciendo  que tanto Yuri como sus Pájaro capearan los pocos acoples y conversaciones subidas de volumen que sin duda no merecía su repertorio. 

P.Sunrise- La Boite.

 Con “Georgeous Georgina”, “Long forgotten flowers” u “Old goodbyes”, todo olvidado, los allí presentes quedamos más que regocijados entre cambios de instrumentación, ubicaciones varias en el escenario y cantidad de momentos memorables. Mención especial a los músicos, con un Javier J. Rolo multi-instrumentista que lo mismo para un roto que un descosido, como por supuesto el resto de la troupe, marcando un ritmo que dio, a pesar de las múltiples configuraciones, continuidad durante la casi hora y media de bolo.

Anecdótica la “Streets of Philadelphia”del Jefe que Yuri con ayuda de Ester a los coros se marcaron con gran sentido del humor y como no, acierto y que nos dejó con la sonrisilla tonta para seguir disfrutando de más y más. ¿Que podría decirse de unas  “Sunday morning birds”, “Minolta” o “Summerface” que deslizándose despidieron la primera parte de la actuación? Poco más que chapó.

Yuri & Ester. Diciembre 2014

 Tras el brevísimo receso, sorpresas por Daniel Johnston o más originales, en el caso de una “God doesn´t care anymore” que encantó a un personal ya rendido y que entre grandes muestras de cariño continuó pidiendo cera. Deseo concedido a cargo de “Evangeline” y “Kinda fantastic” que despidieron a lo grande una noche más que feliz, tanto para la banda como para los fieles. Que continúe.

miércoles, 26 de noviembre de 2014

BARRUNTO BELLOTA BAND. C.C.Galileo. Madrid. 21/11/14.

Esotérico enclave el elegido por Pedro Lópeh y J.Jiménez Rolo para su vuelta a los escenarios tras meses desde su última aparición en público.

Se cuenta por los mentideros que en el Centro cultural Galileo, tutelado por la Comunidad de Madrid andan espíritus inquietos, te los puedes encontrar sentados al abrigo de su Gran Kwai o entre las cortinas del amplio recinto. Lejos de apariciones espectrales, con lo que nos topamos los allí presentes fue con magia de la buena. La que los Barrunto derrochan tanto en enclaves amplios y singulares como en los peores tugurios de Escocia.

Los Barrunto. Al infinito y más allá. 

Set curioso, libre y sorprendente ante un auditorio a rebosar en el cual cupieron todos los estilos a los que la pareja recurren con soltura y total naturalidad. Abriendo su arreglo sobre la primera sinfonía de Mahler la pareja hiló con sus “Saeta”, “Macedonia” y “Erangi”, temas de su último disco “Entropía” trabajo que en nuestra web hermana www.lacasaconruedas.com tuvimos el placer de reseñar no mucho tiempo atrás.

A propósito del set poco común, el duo no dudó en pasarse a instrumentos que habitualmente no se encuentran a su disposición en cualquier lugar. Javier J. Rolo disfrutó durante prácticamente la mitad del concierto de una añeja Ibáñez jazzera de sonido brutal que hizo olvidar el violín que normalmente frota con maestría, mientras que P. Lópeh aprovechó la coyuntura que el piano de lujo ofrecía para simultanear su Gabanelli con las teclas del susodicho.

Así transcurrieron sus arreglos sobre la “Suite Iberia” de Albéniz o su muy celebrado medley “Sur le fil / Le moulin” de Yann Tiersen, el cual nos voló la cabeza una vez más. Alto nivel de un par de músicos que lo mismo atracan al genio de Montmartre que al allende los mares loco gerundense.

No FX

De esta guisa los Barrunto prosiguieron, como siempre, a saco y haciendo gala de ese eclecticismo que les hace tan especiales. Una recta final protagonizada por Nino Rota y sus magistrales scores para, entre otras “8 1/2 “ de F. Fellini más su homenaje a los Beatles “Can´t buy me love” y “Blackbird” que cerraron otra actuación, como siempre deliciosa y seductora.

De no ser por el sometimiento al que esta época aciaga condena a la música y el arte en general, a este par de dos haría meses que cualquier discográfica que se preciara les rendiría pleitesía / tiraría los tejos a lo bestia. Where are you Mr.Gabriel? El precio de no comulgar a ritmo de “Cocksucker blues”? El sino de los tiempos.


domingo, 23 de noviembre de 2014

QUIQUE GONZÁLEZ & JOSÉ IGNACIO LAPIDO. GIRA “SOLTAD A LOS PERROS” La Riviera. Madrid. Sábado 22 de Noviembre de 2014.

Nueva cita de Quique González con La Riviera, esta vez acompañado de José Ignacio Lapido. La sala, con aforo completo recibía expectante a una de las parejas más representativas del rock español –bien entendido- del último cuarto de siglo,  que presentaba su gira conjunta “Soltad a los perros”. Agradable sorpresa disfrutar de dos magníficos songwriters al precio de uno, fundiéndose en un repertorio que podríamos considerar clásico, y donde el par se desquitó con un set repleto de complicidad y admiración mutua.

Abrían “Ladridos de perro mágico” o “El carrusel abandonado” por parte de José Ignacio y “La luna debajo del brazo”/”Me agarraste” de parte de Quique. A pachas ambos fueron turnándose al micro haciendo del arranque algo especial, sin apenas cancha par ir digiriendo ambos catálogos. Fenomenal entrada, que consiguió situar coherentemente sus canciones dentro de ese contexto atemporal que hermanaron en sobremanera las dos ordas de fans asistentes al evento.


Sin soltar el acelerador llegaron “Hotel L.A.” y “En el backstage” –está última,  highlight añorado que hacía tiempo no disfrutábamos- ,dúo genial que a buen seguro facilitó a los más acérrimos y/o jóvenes seguidores de Quique no haber necesitado investigar demasiado acerca de la cabeza pensante de 091 para involucrarse con gusto en el concierto. Sólo unas tremendas “Más allá” o “Cuando por fin” justificaban perfectamente en el sentido genérico de la gira. Puntos de confluencia en los cuales cualquiera de los temas de ambos artistas únicamente podrían distinguirse atendiendo al estruendoso “Karaoke universal” que los forofos del Sr. González montaban en cada uno de sus estribillos.

El emocionante primer encore fue  protagonizado por “Backliners” en individual versión acústica por parte de Quique y “Nubes con forma de pistola” a cargo de José Ignacio Lapido acompañado por toda la banda –lastimosamente la única del repertorio de los cero-  desembocando todo en una “Vidas cruzadas” que a pecho partido se marcó un público entregado que solicitó más. Petición complacida que dió manga ancha al dúo para preparar la última descarga.  


A reseñar tanto la banda, formada por miembros de ambas troupes, más, el más sexy y ligón de los bajistas de la península, Ricky “Fuckner”, que conformó un sonido sólido y marcado llevando en volandas a los dos protagonistas, como particularmente la actitud de Quique González, completamente desatado viviendo toda la actuación como fan radical de 091 y, por descontado, de la producción en solitario de su compañero de aventura. Tan solo faltó del madrileño un arrastre “grunjeta” por las tablas previo “moshing” entre las primeras filas. Sudoroso y genial.


El segundo y último bis conformado por “Cuando el ángel decida volver” y “Dónde está el dinero” nos despidió por todo lo alto mientras que la pletórica banda agradecía la respuesta de una audiencia en todo momento entregada. Gran iniciativa que revitaliza la obra de Lapido mientras sigue ampliando la substancia atemporal que cubre la discografía de González, y que impregnó la noche de rock con mayúsculas y escritura de altura.

lunes, 17 de noviembre de 2014

ESPECIAL :LAS 10 MEJORES BIOGRAFÍAS MUSICALES DE LOS ÚLTIMOS 25 AÑOS


Vinylola en su afán de agradar –que no agredir- a nuestros selectos, versados y fieles lectores y, -temporada obliga- de cara a la ya cercana Navidad te ayuda a escoger ese bonito regalo que a cualquier melóman@ le pone palote (utilicen las féminas la etimología más adecuada). Un buen libro musical.

Suerte para todos nosotros, pues desde ya hace tiempo vivimos en una época de oro en lo que a biografías, ensayos, y demás manuscritos relacionados con el arte de combinar los sonidos y el tiempo se refiere. Si es que éstos tan solo versaran sobre eso...

Nuestro “Top 10” no se centra en libros sobre el análisis de determinadas eras, décadas, corrientes o incluso tendencias, ni en tratados o manuscritos sobre los muy diversos enfoques mediante los cuales el acto musical puede ser diseccionado (cómic, fotográfico, teórico...)

Tampoco incluimos los que a lo largo de nuestros ya cuatro años de vida hemos tenido el gusto de reseñaros. Y por supuesto, obviamos las rabiosas novedades, escogemos sólo aquellas obras que han superado con creces el paso del tiempo, ahorrándonos el “No están todos los que son pero si todos los que están”

Sólo biografías sobre un grupo o artista que pueda encuadrarse dentro de un determinado periodo, bastando solo esto para ilustrar a veces, y crear en otras, lo que acontece y acontecía alrededor de él sin necesidad de ningún tipo de estudio sociológico. Figuras –más o menos célebres- pero todos ellas a día de hoy o seguro en un no muy lejano mañana “Larger than life”.

Una sencilla lista que os haga fácil encontrar y posteriormente devorar cualquiera  de esos maravillosos artefactos celulosos que os convenza de que la vida imita al arte y no al revés y que a nosotr@s nos atraparon en su día.

Por supuesto, atendemos a que aun estén al alcance de todo hijo de vecino en cualquiera de las librerías físicas u on-line lejos de listas de disponibilidad, sibaritismo tonto o inconvenientes varios. Vamos, que los podáis tener en casa en cuatro días para cepillároslas con vicio.

Que la disfrutéis.



  1. MILES DAVIES. La autobiografía (Quincy Troupe, 1989)

Primera Edición- 1989

Un libro en el que –de media- cada cinco páginas alguien suelta un “Hijo de puta” merece mi máximo respeto y admiración. Un genio relatando como se forjó su leyenda a lo largo de ocho décadas. Además de un fantástico y tremendo repaso a la historia de la música a través de su propio camino.

Libros sobre el mítico trompetista y creador hay decenas, pero es en esta autobiografía perfectamente conformada y organizada por el periodista Quincy Troupe mano a mano con Mr. Davies cuando en su propia voz todo cobra sentido.
Putas, drogas duras, ternunra, ferraris, hoyos, peleas, urbes y muchísima música. Pero ante todo vida. Pura vida.

Miles & Quincy- De buen rollo.

 Todo ello puede resumirse en la archiconocida conversación que Nancy Reagan mantuvo con él en una recepción que su marido, el  presidente  de los EEUU allá en los ochenta, ofreció en la Casa blanca a algunos de los más destacados personajes norteamericanos.
La mojigata primera dama le preguntó -¿Y usted que ha hecho?
A lo que Miles contestó -Cambiar el rumbo de la música tres o cuatro veces, ¿Y usted a parte de acostarse con el presidente?.

Repito, un genio. Obligatorio elevado a n. Puede encontrarse en múltiples editoriales dependiendo de la calidad del volumen.

  1. LED ZEPPELIN. (Gus Cabezas, 1997)

Led Zep- La leyenda

La editorial Cátedra editaba este pequeño pero matón compendio del universo Zeppelin. Sin grandes alardes promocionales cantidad de periodistas musicales patrios –con más o menos acierto- se apuntaban biografías de algunas de sus bandas favoritas. Cabe decir, que casi todas ellas altamente recomendables.

Pero Gus Cabezas se marcó la de matrícula, con la que muchos de nosotros quedamos extasiados durante incontables noches, con y sin el libro en la mano. Entre cervezas no había fin de semana en el cual no salía algún tema sobre el dichoso librito

Sobre los Zeppelin, es por todos sabido que coexisten toneladas de libracos, pero como en esta exhaustiva biografía no nos hemos vuelto a encontrar nada. Tanto detallito con clase junto sobre Jimmy, Robert, John y John Paul no tiene precio, ni tampoco esa narración tan fresca y libre de alucines tan sobados en gigantes compendios anglos a los que no daremos cancha.


Fotografías interiores.

Contar como planteaban la posición de la microfonía en determinados entornos, detalles de las grabaciones –sin caer en lo técnico o intelectual-, y por supuesto las mil aventuras de las mega-estrellas de los setenta todo ello desde un enfoque cotidiano no es moco de pavo, y Gus lo consigue con nota. Poca imagen pero mucha chicha y con fundamento.


  1. PINK MOON: “UN RELATO SOBRE NICK DRAKE” (Gorm Henrik Rassmussen, 2011)
 
Diseño impecable

Si hay una palabra para definir esta biografía editada en la península por la editorial Contra del malogrado Nick Drake es deliciosa. Desde el primer momento se percibe, se ve, el punto de partida que el periodista danés G.H.Rassmussen vive para iniciar con ferrea determinación esa aventura que es adentrarse en la vida de Nick. Un tipo del que el periodista no tenía ni pajolera y que descubrió por casualidad, o tal vez causalidad... ¿Os suena?

Podemos encontrar entrañables conversaciones de tú a tú con sus padres, con su gente, estancias en sus paraísos, en sus infiernos, y sobre todo pasión entre sus páginas, atendiendo al corazón y no al morbo barato.

Una figura hipersensible que Gorm trata con la misma delicadeza. Pueden olerse los lugares, las tormentas, los porros, los desiertos, la luz y la oscuridad de la noche. Todo de manera tangible y delante de tus narices. Además contiene todas sus canciones rigurosa y exquisitamente ordenadas traducidas. Adictivo y muy muy atractivo estéticamente. 


  1. TOM WAITS: CONVERSACIONES, ENTREVISTAS Y OPINIONES. (Mac Montandon, 2007)

Tom- Una filosofía en sí mismo

Vale, nos salimos de la estricta forma biográfica, pero tampoco afirmamos que las entrevistas referidas a un artista estuvieran fuera de nuestro campo de acción. Es en este bonito tapa dura donde estas tres golosas fuentes de información pueden definir con mayor atino a uno de los personajes más escurridizos y rabiosamente originales que ha dado la música en el siglo veinte y parte del veintiuno.

Particular compilación realizada para Global Rhythm en España por Mac Montandon en la que Waits muestra su particular idiosincrasia parrafada tras parrafada –en el más benévolo sentido de la expresión- enseñándonos de donde procede lo que esputa o ha vomitado en cada uno de sus proyectos.

Un libro para ser devorado en pequeñas dosis, de manera ordanada o –muuucho mejor- desordenada. Un rayuela en el que no importa tirar el marcapáginas. Literatura, cine, música, en definitiva arte, feo, bello, o en forma de pizza que capítulo a capítulo te conforma una nueva –o al menos genuina- perspectiva a cerca de dónde nos encontramos, y a dónde cojones vamos de la mano de Tom. 


  1. BEATLES ANTHOLOGY (2000)

Biblia Beatle

 Fue Ediciones B la que en España editó el seguramente uno de los libros más esperados de todos los tiempos. No vamos a inventar nada contándoos que sobre The Beatles puede encontrarse de todo. Desde lo paupérrimo escrito por un fan setentón con mucho tiempo libre hasta lo magnificente como libros de referencia casi –o totalmente- enciclopédicos. Sobre estos últimos no tenemos nada en contra.

Por estas razones nos quedamos con su propia forma de contar las cosas. Pueden pasar años y años hasta que le saquemos todo su jugo. En nuestro caso fue un verano, tres meses maravillosos en los que poquito a poquito redescubríamos todo, desde Tía Mimi hasta Lee Eastman. 


Anthology- Despliegue de los que marcan época.

 Un proyecto faraónico al que acompañaban cinco documentales si no te apetecía mucho leer. Sesenta y pico pavos que te gastabas sin remordimiento cual católico en un cepillo del El Vaticano. ¿Excesivo fanatismo? Quizá sí, pero aquí está la verdad. Las cuatro versiones de todo y con una gracia sin igual. Increíbles fotografías y todo un despliegue de textos que supera a cualquier copia mierdera que intente dar una visión enrevesada o freak de lo vivido por los de Liverpool. Sólo ellos estaban allí, ¿No?

Hasta que no nos ventilamos el “El sonido de los Beatles” de Geoff Emerick (su ingeniero de sonido de cabecera desde 1965 en adelante) en su salida hace ya tres años no encontramos algo relacionado con los Fab Four que nos pusiera –sentimos reiterarnos- tan palote.


  1. BROKEN MUSIC. A MEMOIR. STING (2004)
 
El Aguijoncito de Newcastle.

Sí. Gordon Matthew Sumner decidió escribir su autobiografía antes de los sesenta, ¿Y que tiene eso de atractivo? Su enfoque.

Hoy día podríamos considerar que incluir esto en nuestra lista no andaría muy lejos del “Guitly pleasure” que much@s de vosotr@s escondéis en vuestras estanterías –o e-books- pero este “Broken music” se fagocita a una velocidad solo comparable a la que tarda en acoplársete “Every breath you take”. 


Sting- Madurito inquieto.

 Estuvimos a punto de meter con calzador ese –no tan original pero efectista- “El tren que no perdí” de su compi Andy Summers, así como su libro de fotografía –impagables las fotos postcoitales de sus groupies en pelotas- pero sólo os decimos una cosa, en esta extraña autobiografía puesta a la venta por Ediciones B la aventura de Sting tiene su inicio en la selva amazónica, entre gurús, ayahuasca, vómitos, traumas infantiles y ojos en blanco.

Todo real. Cómete al guapito de cara. Volveré a leerlo.


  1. HEAVIER THAN HEAVEN. (Charles R. Cross, 2001)
 
El último gran icono rock del S. XX.

Mondadori se llevó el gato al agua al publicar en España el dichoso librito de Courntey a cerca de Kurt Cobain. Sí, ese que a ni a ti ni a tu más profunda intimidad nunca os gustaría que os publicaran. Una verdadera violación post-mortem. Pero no estamos aquí para hablar de ello, y sí de “Heavier than heaven” en la que la inefable editorial al fin da en el clavo sacando al  kiosko la biografía firmada por el journalist Charles R. Cross, nativo de Seattle y conocedor de todo el fenómeno –lo siento- Grunge.

Como todos sabéis aun corren ríos de tinta sobre la figura de Cobain pero esta biografía tiene algo más. A parte de diseccionar, sobre todo, su infancia y adolescencia de manera elegante pero sin dejar puntada sin hilo nos da una atractiva perspectiva de lo que fue el último gran fenómeno en la música a nivel mundial hasta la fecha. Certifica lo aquí escrito que en cada papelajo sobre la figura del líder de Nirvana siempre aparece el figura de Charles, y no sin falta de razón.

Una lectura super-interesante que podría estar a la altura de “Nuestra banda podría ser tu vida” –que al no seguir la línea del post nos imposibilita comentar- aunque centralizada en el trío de Washington.

La única nota negativa que puede achacársele a esta estupenda biografía es su poso triste. No apta para lunes lluviosos.


  1. RAMIRO ROMO. BIOGRAFÍA NOVELADA (Jesús Sevilla Lozano, 2004)

Que su sencillez no te engañe.


La humilde editorial “Llanura” publicó una década atrás la apasionante historia de este pianista nativo de Daimiel, en la provincia de Ciudad Real. Y diréis ¿Qué tiene eso de interesante? Pues todo, por lo especial y cotidiano que esta biografía novelada encierra. Ramiro Romo fue un virtuoso en su instrumento, interpretando como nadie a los grandes clásicos (Chopin, Falla,...). Totalmente desconocido en nuestros días tocó con los mejores y salió de su Daimiel natal para encontrarse con su destino. Madrid, Gijón y diversas localizaciones en las que el personaje crece, ama y sobre todo, se topa de frente con la guerra civil española.

He aquí donde radica la especial naturaleza del manuscrito. Jesús Sevilla trata el asunto de manera que podría entenderlo tu abuela de noventa años y un niño de quinto de primaria. A veces, puede aparecer un poquito de caspa o merengue innecesario y otras un pequeño “giro a la derecha” pero el autor escapa airoso de todo con darle la vuelta a la página. 


El jóven Ramiro. Una vida por delante.

 Entrañable y tierno a rabiar. Historia prácticamente anónima incluso en su propia localidad, que sirve como hilo conductor a las burradas que en la guerra civil fueron perpetradas por ambos bandos. Un tema apasionante y poco tratado en lo referente a personajes particulares y penosamente, aun a día de hoy, en el olvido.

El único ejemplar de la lista que no se encuentra con excesiva facilidad. Por supuesto, en nuestra tienda favorita www.elargonauta.com aun quedan copias disponibles. (A ver si se animan y nos ponen publi)


  1. DENTRO. CONVERSACIONES CON LOS ENEMIGOS. (Kike Babas y Kike Turrón, 2001)

Dentro- Manuscrito para relamerse.

Por supuesto que hay hueco para unos ibéricos de pro, ¿qué digo ibéricos? Castizos universales. Los Enemigos. Zona de obras tuvo el acierto de materializar este libro que cumplió todas nuestras expectativas. 

Una imagen fiel sobre la trayectoria de “Los enemigos” y a través de ella las guarrerías que un grupo de rock tiene aguantar por estos lares década tras década. A base de conversaciones –como en el anterior caso de Mr. Waits- Los Zipi y Zape de algunas de las revistas más “jevilonguis” y reconocidas del país –las cuales preferímos no nombrar- arman un fantástico ejemplar ronchable de principio a fin.

Josele y los suyos chaspan sin tapujos sobre sexo, drogas y rocanrol pero con chanclas, tal como son, nada de botas vaqueras y pasando de clichés, dentro de un ámbito mucho más interesante. Por supuesto también nos introducen en las tripas del proceso creativo del que el cuarteto desarrolló a lo largo de los años. Un muy acertado relato de la movida post-movida –valga la redundancia- que cristalizó en mucho del “noventeo” que a día de hoy aun no hay quien olvide. Y nos encanta. Imprescindible.


  1. COSAS QUE LOS NIETOS DEBERÍAN SABER (Mark Oliver Everett, 2011)

Como habéis podido comprobar, autobiografías hay para todos los gustos. Unos la empiezan antes de los sesenta y otros como M.O.Everett más conocido por su banda Eels del que es compositor y líder en solitario deciden ponerse a la faena antes de la cincuentena.

Mr. E en pose "paperback writer"

 Fácil, teniendo en cuenta la cantidad de penalidades que este hombre ha tenido que pasar. ¿Y qué sacamos? Pues muy sencillo. Ánimo para pensar que cualquier cosa que nos pase no parece tanto. Padres fallecidos a muy temprana edad (su padre, eminente científico que presentó la aun en vigor teoría sobre universos paralelos), accidentes de avión dentro de su barrio y alguna que otra cosilla más.

Pero Mark no nos intenta dar pena, más bien al contrario. Su punto de vista sobre todo y el énfasis que hace en mostrarnos que su válvula de escape, su catalizador natural fue la música te reconcilia con la vida.

Interesante panorama –también ilustrado en el libro- el de la ciudad natal de Mr. E, Los Ángeles en plena efervescencia post-indie, post-slazey y casi post-todo donde campaba a sus anchas el sello de David Geffen que ...bingo! –no todo va a ser malo- le fichó cinta de cassette mediante. No está nada mal.

Un tipo simpático que abrió el radio de acción de su música a 360º tras la salida de éste, su primer libro de la imprenta, y bien merecido. Nunca el humor negro se había presentado de ese modo en un escrito eminentemente musical, y la gente lo pilló. Y de qué manera. Un boca a boca de órdago.

A por ellos!





















miércoles, 12 de noviembre de 2014

Reseña: Damien Rice “My favourite faded fantasy” Atlantic/Warner 2014.

Entre la gélida Islandia y el sol de California. Con, en ocasiones, la única ayuda de su guitarra y en otras –muchas y variadas- el apoyo de una envidiable colección de casi treinta músicos procedentes de ambos lados del Atlántico ha forjado su último álbum nuestro adorado Damien Rice “My favourite faded fantasy”. Poco menos de cincuenta minutos para saldar cuentas con casi una década de silencio. Exáctamente ocho desde su último disco de estudio “9”.


Damien Rice. "My favourite faded fantasy" 2014

Ocho temas – a razón de uno por año- en los que se ha despachado a gusto con sus demonios –véase crisis creativo existencial- cayendo al fin en manos del inefable Rick Rubin que le anima a continuar. Pseudo-sorpresa mayúscula y confirmación de que el bueno del barbudo estaba ojo avizor. Atención, paciencia y deseo que, por supuesto, le honra. Un delicioso y esperado encuentro con quien se sabe necesario y añorado que no podemos más que agradecer.

Máxima indulgencia respecto a la duración de los temas, rozando a veces lo progresivo, Damien sigue mostrándose meticuloso respecto a la atención  que a los mandos técnicos cualquier productor ajeno a su idiosincrasia pueda intentar. Ambientes acertados y familiares – en su mayoría- más que resobados y comerciales –prácticamente inexistentes- que han dado el punto justo para no desviar al cantante y compositor de lo que ante todo le define. Pureza, sensibilidad...,y madera.

El hijo pródigo.

 Críptico y enigmático, el artesano artwork marca de la casa, ilustra y envuelve a la perfección temas como ese magnificente opening arpegiado que es la homónima “My favourite faded fantasy” o “It takes a lot to know a man”, interludio a lo nocturno incluido que te deja tan acojonado –utilizando todos los posibles matices del participio- como cualquier cd de Burial. Confusión y soledad. Siglo veintiuno en estado puro.

“The greatest bastard” y “I don´t want to change you” te devuelven al camino, a lo sencillo, a la esencia. Amor, egoísmo y posterior arrepentimiento que justifica la primera cara, dándonos una más que sincera muestra de que nuestro hombre ha vagado por desiertos el suficiente tiempo para no alegrarnos o entristecernos con lo primero que se le pasaba por la cabeza. Un verdadero regalo.

La pareja “Colour me in” / “The box” ya en la cara C,  se desvelan desnudas y reflexivas. Ayudadas por unas certeras cuerdas y acentuando ese enfoque tan “Rice” siempre caminando entre crescendos y diminuendos, ese “quiet-loud-quiet“que con tanta maestría siempre ha manejado.

Penúltima nota para la salir de la oscuridad “Trusty and true” (“Just come/come alone/come with friends/come with foes/come however you are”) que destila eso, simplemente esperanza, esperanza, esperanza, y ganas de seguir.

Uno de los dibujos del Artwork.

 El breve outro “Long long way” nos despide esperando que no sea tan largo ni el camino ni el tiempo que tengamos que recorrer o aguardar para volver a escuchar algo nuevo del irlandés –o quizá sí-. Sin lugar a duda sigue atesorando lo que antaño nos enamoró de él y lo convirtió en uno de nuestros autores contemporáneos favoritos.

Inspirador.


Para + info sobre D. Rice y sus trabajos previos te recomendamos encarecidamente eches un ojo al clarividente post que nuestra web hermana  http://www.lacasaconruedas.com dedico al escurridizo artista años atrás.





lunes, 10 de noviembre de 2014

HERMANAS SISTER. Sala Siroco (Madrid). Viernes 7 de Noviembre de 2014


Como siempre, menú exquisito el presentado por Anita Rowe y Carlos Germade para su vuelta por Siroco algunos años después, y nobleza obliga, rindiendo pleitesía a los 25 años de la castiza sala de la calle San Dimas.

Tampoco ellos andan faltos de experiencia. Sus más de veinte años sobre las tablas después de su magnífico primer largo “The punk acid-jazz experience” se siguen haciendo notar para nuestro disfrute y, por suerte, para el de las generaciones posteriores, que acostumbradas a soportar bandas más que a gozarlas buscan alguno de esos nombres que antaño ponían las cosas en su sitio.

Hermanas Sister- Calma & Tempestad.

 Mención especial a los músicos invitados. Tanto Coki Giménez a la batería como Lorenzo Azcona al viento madera estuvieron espectaculares en sus papeles, no solo de acompañantes sino de constructores de un groove matador que añadido a la buena sonorización y acústica del renovado entorno hicieron vibrar entre cuantiosas impros al cerca del centenar de personas que allí nos hallábamos.

Jammin´

 Un set completista hizo las delicias de nuestros pies y corazones. “Tied up” o la preciosa “Can you speak a little louder?” nos metieron de lleno en el show mientras también iban cayendo nuevos números como “Kamikace mission” o “Think in the trigger”. Ambientes electrónicos gustosamente disparados por Coki hasta el mismo aire funk y melódico que les hizo prevalecer sobre los demás grupos de su generación siguieron añadiéndose al repertorio. “Gotta go”, “Hippy hope”, “Fallin´again” o “No lies” que presentaba socarronamente Anita –siempre toda simpatía y flema- movieron al personal como hacía tiempo no sentíamos.

Anita. Desatada en el bis.

 Recta final delicatessen con, entre otras, el trío “She´s swimming”, “April says” y “Moonchild” que terminaron por dejarnos catacrocker y no querer esperar un segundo al único –literal y cualitativamente hablando- encore. Su ya clásica cover de “Piece of my heart” y –guinda final- “Standing in the shadows” con la cual la lágrima fácil al fin brotó cerrando un concierto cinco estrellas. De ojos cerrados y puño en alto.

lunes, 13 de octubre de 2014

THE HANDSOME FAMILY. Sala Sol (Madrid). Sábado 11 de Octubre 2014.


Narcotizante y polvoriento concierto el protagonizado por el matrimonio Sparks el pasado sábado en la sala sol. Paradógicamente ni la lluvia pudo barrer el adusto set con que la sencilla formación – esta vez acompañada de un sutil batería- nos meció durante apenas una hora. Sin duda arriesgada apuesta, y por supuesto, no apta para despistados. 

La famila guapa. Sala Sol. Octubre 2014

 Efectivamente, no fue concierto para iniciar una noche de desenfreno pero su corta duración tampoco dió tregua al sopor que acechaba peligrosamente al evento, así como tampoco a pensar demasiado en que el lugar para este tipo de propuesta no se encontraba en tan reconocido enclave. Quizás unas mesas, quizás unas velas hubieran dado el punto justo que hiciera más disfrutable la sobriedad instrumental que dejó a la audiencia con cierta sensación de “coitus interruptus”

Muy maja Rennie, agarrada a un pequeño sucedáneo de ukelele transformado en contrabajo –curiosísimo- además de a su inseparable banjo con el cual que intentó adentrarnos en cada uno de los temas, esforzándose en contarnos la historia –habitualmente trágica- que encierran. A la coletilla de –“Esta va de…”- en un aceptable castellano fueron cayendo “The bottomless hole” , “Song of a hundred toads” o “Weighless man” que a la voz de Brett –sobresaliente barítono- fluyeron con soltura, limpieza y gran tono. “So much wine”, “The sad milkman” o “If the world should end in ice” se encargaron de seguir llenando un repertorio que repasó gran parte de su andadura.

Dúo para el fin del mundo.
 
 Por supuesto no faltó “Far from any road” tema bandera de “True detective”, serie –que personalmente desconozco- y con la que, según cuentan les ha tocado la primitiva. Cortito bis de dos canciones y todos para casa. 

Rezaremos para que nuestro adorado Andrew Bird acuda a presentar su estupendo “Things are really great here”-último lanzamiento homenaje a la pareja de Nuevo Mexico- por los madriles, le ubiquen en el entorno que merece y ponga las obras de tan entrañable duo en el podio que a much@s nos hubiera gustado encontrarlas.

viernes, 19 de septiembre de 2014

Crónica: THE SUPERSUCKERS. Gruta 77. Madrid. Jueves 18 de Septiembre de 2014

Buen Tetris de amplificadores el que nos recibió ayer dentro del pequeño escenario del Gruta ´77 para disfrutar de una lluviosa noche de jueves. Reconfortante panorama otoñal, maravillosas cervezas en mano y dulce espera para el comienzo espectáculo. Los Supermamones de nuevo en Madrid.

Atacando sus viejos temas y presentando su nuevo disco “Get the Hell”, los de Eddie Spaghetti nos divirtieron de lo lindo en la tan carabanchelera sala, que rozaba el máximo de su capacidad. A pesar del sonido un poco flojeras para lo que en principio se esperaba, la banda funcionó rodada y natural tal como nos tiene acostumbrados. Podría incluso decirse que se agradeció, pues bajó un pelín el nivel de talibanismo estrictamente punk-rocker siempre presuponible y resobado.

"You have drugs! Isn´t it? We love free drugs" Eddie Spaghetti. Gruta ´77. Madrid 2014. 

 Entre ya clásicos como “Bad bad bad” arrancó el set desembocando en parones y comentarios ocasionales para celebrar todo lo que hiciera falta. Desde múltiples y variados homenajes a la cocaína –incluidas varias esnifadas sin acritud frente a la audiencia por si a alguien no se había enterado- hasta un cumpleaños. Así, de ésta guisa el cuarteto fue soltando su “Good luck” o “Rock your ass (are you ready?)” entre el subidón –esso cuenno- de la audiencia. Eddie aseveraba: “No hay nada que ocultar. Es rock, canciones sobre rock y canciones sobre canciones que hablan de rock”. ¿Sigue sin quedar claro? 

Algún momento de tensión a mitad del repertorio también supo a gloria, pues por vete a saber el motivo Dan “Thunder” Bolton -en cuestión de un segundo- se dirigió hacia la primera fila con intención de patear la mano de algún chaval. Lástima que el agua no llegara al río. Uno ya se veía en medio de una bronca a lo “Black Dahlia”. Coitus interruptus de esa violencia rockera que tanto se echa en falta por aquí.

Supersuckers- Cuarto de siglo los contempla.

 Más escupitajos como “I want the drugs” o la nueva “Something about you” sonaron con contundencia y clase para seguir confirmando año tras año que -como me comenta un buen amigo durante la confección de ésta crónica- cuando estos tipos dejaran de hacer lo que hacen y se pasaran al running morirían irremediablemente en cuestión de semanas.

Fin de fiesta. “Pretty fucked up” y “Born with a tail” -brutales- que nos dejaron con ganas de seguir a buen desarrollo. La autoproclamada mejor banda de rock n´ roll del mundo puede dormir tranquila tras certificarlo una noche más. Aún nueve madrugadas les esperan en la península. El futuro de Colombia seguirá estando garantizado. Cuidaros chicos...y seguid así!

12 Gigs non-stop. Rock.




  

domingo, 7 de septiembre de 2014

Crónica: JOSELE SANTIAGO. El Teatro del barrio. Madrid. Sábado 6 Septiembre 2014

Lujo ibérico para la actuación acústica y en solitario de Josele Santiago el pasado sábado en “El teatro del barrio”. Magnífica instalación dedicada a la cultura ubicada en el distrito de Lavapiés. Poco más de cien personas pudimos disfrutar de su actuación con la única ayuda de su guitarra. Sonido perfecto y silencio –solo roto por l@s más fanátic@s del porrón- que nos llevaron al nirvana de lo que siempre debiera ser un set perfecto, en forma y fondo.

Abriendo con temas como “Pensando no se llega a na” o “El lobo” –dedicada a Antonio Vega- Josele nos dio la primera sorpresa, pues entre tema y tema se mostró además de dicharachero, con interés por llevar un hilo conductor que aglutinara cada una de las canciones. Dada su habitual parquedad en palabras quedó claro que estaba a gusto en el contexto y lo hizo notar, pauta que se vino dando durante la fantástica siguiente hora y media de música que nos esperaba.

Josele- Patrimonio nacional.

 Más temas, como el doblete mágico “Fractales”/”Vuelo de volar” nos dejaron catacrock, y por que no decirlo, con más de una lagrimal afectado como procedía. Josele en estado puro. Adelante la cosa no decaía. “Mar de fondo”, “Sol de invierno” y “Baila el viento” fueron desembocando en algunos de sus primeros números para ir completando el bloque central del concierto. Gran selección de todos y cada uno de sus cuatro trabajos en solitario –además de sus divertidos y a veces profundos comentarios- que seguían haciéndonos salivar, llegando ya entre su cachondísima y clásica enemiga “La paella” junto con el trío “Serrín” ,“Mi prima y sus pinceles” y “Hagan juego” al fin de la primera parte.

Para el primer bis la hipercoreada –y no sin falta de razón- “Desde el jergón” que hizo que alguno se meciera sin quererlo y que a poco hecha el teatro abajo, rematando la faena su “Ole papa” con la que a duras penas el público dejó que regresara de nuevo a su camerino.

Nunca un Lack dió tanto de sí.

Por aclamación popular el Sr. Santiago no tuvo mas que volver a las tablas y marcarse un “He vuelto a nacer” que acabó de saciarnos y de dejarnos con la sonrisa tonta para el resto de la noche. No hay más. Un “Legend” ,que dirían los anglos, en un entorno propicio para hacernos degustar canela fina. Un espectáculo cuyo símil en otros lares nos hubiera dejado la cartera vacía en el mejor de los casos y que aquí pudimos permitirnos el capricho de devorar a un precio ridículo. ¡Ole papa!





lunes, 21 de julio de 2014

Crónica: CULTURA INQUIETA 2014. Viernes 18 Julio 2014. DEPEDRO, THE SONICS & CALEXICO.

Fantástica jornada la del pasado viernes en el penúltimo día del Cultura Inquieta 2014 en Getafe. Cartel –como siempre- ecléctico y variado como al que ya ésta gran iniciativa nos tiene acostumbrados.

Huyendo de la homogeneización estilística a la que este tipo de eventos se presta, la audiencia pudo disfrutar y descubrir bandas cuyas coordenadas sonoras en poco o nada confluyen. En definitiva, y objetivo cumplido, el triunfo buena música por encima de etiquetas varias.

Abrió Depedro. El proyecto de Jairo Zabala que durante aproximadamente una hora vertió lo mas granado de su repertorio. Formato trío que repasó con acierto “Un hombre bueno”, “Una vez más”, “Comanche” o la anónima “Llorona” llevada al terreno de la Vargas –como siempre- con total naturalidad y flema. Un público agradecido correspondió a un grupo que no se prodiga demasiado en directo por tierras madrileñas.

Depedro

Descansito y comenzaron “The Sonics”. Que decir de estos fósiles salidos de las cavernas pre-invasión británica. Presentando nuevos temas, de vuelta por aclamación popular  y convertidos ya banda de jubilados chillones por la que el aquí firmante rubricaría un contrato en pos de mantenerse en ese envidiable estado de forma. El quinteto nos envolvió de buen rollo y como no, de ganas de mucho más; cosa que cumplieron con toda dignidad. Como nota negativa, en esta ocasión hubo problemas con el sonido que desvirtuó en más de una ocasión la actuación. Pero que demonios...algún día podremos contar a nuestros nietos que disfrutamos de “Psycho” o “Strychnine” a toda polla una vez en la vida.

The Sonics

Para terminar, y como plato fuerte de la noche “Calexico” que sin ningún tipo de penuria cruzaron el charco con toda la artillería. Un gustazo saborear el buen hacer de una banda que ya puede considerarse de referencia en lo que a ritmos frontero-fantasmagóricos se refiere. ¿Decías etiquetitas?.

Buen repaso a sus temas más emblemáticos además de revisionar para nuestra sorpresa “Love will tear us apart” de Joy División o la más cercana a su rango “Alone again or” de Love. Su “Dead moon” o “Danza de la muerte” acabaron de rematarnos al compás que firmemente John Covertino marcaba a las baquetas. Mención especial a la química entre Jairo Zabala –excelente como guitarra solista durante todo el set- y el resto de la banda y a un Joey Burns tremendamente cómodo y feliz que confesaba estar haciendo un sueño realidad al poder actuar en España y más concretamente en ese contexto tan ´typical´ como una auténtica plaza de toros.

Calexico

Buena organización, gran recinto –especialmente adaptado para este tipo de saraos- y un precio muy asequible que hicieron de un pasado viernes noche una fiesta para recordar.

miércoles, 16 de julio de 2014

Crónica: Eels, 14 de Julio en el Teatro Circo Price, Madrid

Se agradece la reciente tendencia a anunciar unos horarios más coherentes para los conciertos en esta ciudad, adecuándolos al resto de espectáculos y teniendo en cuenta la necesidad de descansar del público que se mueve a este tipo de eventos. Un lunes no es la noche ideal para festejar. Así pues, a las 20:30 anunciaba el cartel y media hora antes comenzaba la afluencia de público hacia las puertas del Circo Price de Madrid. Un Circo Price engalanado para el concierto de Eels, alter ego de Mark Oliver Everet.

Lo primero que nos llama la atención es la ausencia de los habituales instrumentos eléctricos entre los pertrechos situados sobre el escenario. Un par de amplificadores Mesa Boogie Lone Star son el único referente al rock eléctrico. Por lo demás, guitarras archtop y contrabajos más propios de los combos de swing de los años 40, un piano de pared  y un set de batería que más parecía el de un percusionista de orquesta.


 Tras el preludio del dúo telonero (olvidable sería lo más generoso que podríamos decir de estas dos agradables señoritas) y una vez situado el público en sus asientos, comienza el concierto, que desde esa inicial versión del “When you wish upon a star” de Leigh Harline, nos sumergiría en el ambiente íntimo y plagado de detalles que fue la tónica de la siguiente hora y media. Un concierto en el que Mark trató de ejercer de  simpático crooner, alternando sus dotes entre el piano y la guitarra, y bromeando con público y banda entre canción y canción.

De esta forma sonaron canciones como “Fresh feeling”, “Mistakes of my Youth” o “My Beloved Monster”. Piezas reinterpretadas y adaptadas al preciosismo de unos instrumentos básicamente acústicos. Canciones que sonaban abiertas, dejando huecos que marcasen la diferencia y abriéndose a sonidos que quedan fuera del abanico habitual de la música popular. Sorprendía el uso de las campanas tubulares o los redobles de timbales de orquesta, así como la trompeta y el órgano de boca (o melódica). Eels abrían sus temas a nuevas posibilidades, dejando la sensación de que nos encontrábamos más en un concierto de música de cámara o de Jazz que en el clásico concierto de rock. Parece que Eels se acercase por momentos a otros referentes de la música del cambio de siglo como Nick Cave o Tom Waits.


 Pero los instrumentos acústicos tienen algún inconveniente en su sonorización y a veces la fatalidad hace presencia en forma de problemas técnicos. En los últimos compases previos a los bises un problema con el micrófono del contrabajo provocó un parón que obligó a la banda a improvisar mientras los roadies se movían de un lado al otro del escenario tratando de salvar la situación. Mark aprovechó para bromear con el público y hacer alarde de sus “peculiares” dotes para la comedia, acabando en el foso, repartiendo abrazos entre el público y reprochando la pasividad del respetable ante semejante forma de terminar un concierto.

Así pues, con un “creo que deberíamos tocar algunas canciones más”, comenzaron los bises. “I like the way this is going”, “3 Speed” y “Last stop” sonaron una tras otra y la banda se despedía para aparecer nuevamente y culminar el concierto con una nueva tanda de bises, en la que sorprendió el “Can’t help falling in love” que popularizara Elvis.

Una estupenda velada en la que pudimos disfrutar de esta nueva versión de Eels, así como en otras ocasiones hemos disfrutado de otras facetas. Reinterpretarse y hacer de cada gira algo diferente, lo que significa no permanecer estático y brindar a su público un motivo más que suficiente para acercarse a verlo cada vez que aparece por nuestra ciudad. Hay muy pocas bandas capaces de ello. La reiteración acaba convirtiendo lo sublime en tedioso.

Texto: Miguel Á. Garzás
Imagen: www.binaural.es